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domingo,
19 de
agosto de
2007 |
Se abrieron 333 centros de belleza y los hombres son el nuevo mercado
Laura Vilche / La Capital
Tener un tono caribe en pleno invierno pudo ser realidad en Rosario hace catorce años cuando se abrió el primer solarium en el centro de la ciudad. Fue también en los 90 que los tradicionales centros de estética —con depilación, podología y peluquería— comenzaron a incorporar servicios de masajes y promocionarse como SPA: era sólo el comienzo. Hoy el mercado de la belleza crece a pasos rápidos: se abrieron 333 centros para el cuidado del cuerpo en los dos últimos años (ver infografía). Y los varones, ya sin pudores, acuden a muchos de ellos a depilarse, hacerse limpieza de cutis y hasta a plancharse el pelo; verdaderos “metro y ubersexuales”.
La cifra es elocuente. Lugares para tomar cama solar, institutos de belleza, casas de manicuría, de peinados y espacios que ofrecen baños relajantes y masajes; todo está incluido allí. “Y estos datos son apenas hasta julio de este año, cuando comience el calor las cifras crecerán porque justamente los negocios de estos rubros trabajan más a partir de septiembre”, adelantó la directora de Habilitaciones del municipio, María Pía Zelayeta.
Hace 35 años se abrió el primer centro de belleza de la cadena Osiris (actualmente la empresa familiar, en su mayor parte podólogos, tiene diez locales en la ciudad). Muchas mujeres aún pueden recordar el lema de la firma: “Si el creador ha puesto vellos en tu cuerpo es para que te los depiles en Osiris”. Gisela está al frente del negocio que, según reconoce, no dejó de crecer con los años.
“Nuestra actividad se fortalece en las estaciones en que la gente se desviste y no quiere tener más pelos a la vista”, dice. Los hombres, por ahora, sólo acuden a las distintas sedes para “hacerse las manos y los pies”, tal cual la jerga referida a la manicuría y podología. No obstante, la empresa ha incorporado a personal masculino, por lo que no es extraño que a las señoras los atienda un manicuro .
A depilarse. En cambio, en el SPA de la tradicional perfumería Fanny, los varones sí se animan. “Tengo turno con Silvia”, dijo esta semana Ezequiel, de 28 años, ante La Capital. El muchacho se acercó a la recepción y advirtió así que había reservado un horario con una cosmetóloga para una limpieza de cutis. “Tengo esta costumbre desde los 17 años, pero también vengo a arreglarme las manos, a la cama solar y a aplicarme ondas rusas para afirmar la panza”, se sinceró.
Según Yamna, la recepcionista, otros clientes van asiduamente a depilarse las cejas, pero también la espalda, los hombros y el pecho. “Lo hacen por primera vez antes de casarse, porque se lo piden sus parejas o porque son deportistas”, dijo la joven refiriéndose fundamentalmente a nadadores, taekwondistas y fisicoculturistas. Y aunque no lo especificó, también los transformistas optan por depilarse.
El servicio se realiza integralmente con cera descartable y bandas. Ser lampiño implica desembolsar unos 5 pesos, si se trata de cejas, pero hay que pensar desde 16 pesos en adelante para otras partes del cuerpo.
La perfumería había comprobado que cada vez eran más las mujeres que compraban cosméticos para sus parejas y echó mano a un comercial con protagonistas masculinos de la televisión local, invitando a que se animen a comprar, sin pudor, por sí mismos. “La piel no tiene sexo” rezó el lema de dos publicidades que para el Día del Padre de 2006 realizaron los periodistas Pablo Gavira (Deportes Extremos) y Gustavo Rezzoaglio (Plan A).
“Iban a contratar a modelos de Buenos Aires pero después optaron por nosotros, que somos caras públicas pero que la gente puede cruzar en la peatonal, lo que hace más creíble y cercana la propuesta. A mí gustó el desafío porque a pesar de que trabajo para un público bastante machista, nunca nadie me cargó, ni en la cancha ni en ningún lado a donde voy”, dijo Gavira. La aclaración del periodista deportivo no es menor ya que no son pocos los varones que hacen chistes sobre la poca masculinidad de sus pares cuando se enteran de que usan cosméticos. “Eso va cambiando”, aseguró Rezzoaglio.
Relajación oriental. Los SPA se hicieron famosos en el mundo por su filosofía de relajar al cliente con servicios de baños y duchas. Siguiendo esta lógica abrió hace seis meses “Zen”, uno de los 20 centros habilitados este año. Con diseño oriental, este SPA tiene jacuzzis, duchas escocesas (chorros potentes) y finlandesas (vapor). Pero además ofrece distintos tratamientos corporales y faciales (como fangoterapia) , aromaterapia, aparatos para tonificar y solarium. Hay paquetes con varios servicios para realizar de entre dos y cinco horas, en forma individual o en pareja, con desayunos o almuerzos light incluidos. Los precios van desde los 110 pesos en adelante. Y también tiene sala de relax para quienes hacen un break en su trabajo.
En camas solares también el panorama fue en curva ascendente. Solarium Silver fue la primera que se abrió en Rosario en 1993. “Pero ahora hay mucha competencia: hay camas solares en los institutos de belleza, en los gimnasios y en las peluquerías. Lamentablemente no todos estos lugares cumplen con las normas como nosotros, que nos especializamos en el tema”, señaló María Fernanda, una de las coordinadoras de la empresa.
Una toma facial (cara , cuello, escote) va desde los 5,70 pesos en adelante (de acuerdo a la intensidad) y una cama, desde los 7,70 pesos en adelante. Y aunque se pueda pensar lo contrario, en esto de tostarse mucho en poco tiempo y puertas adentro, “los varones son unos adictos”, aseguran sin ánimo a equivocarse en distintos solarium de la ciudad.
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