Preguntas que siguen abiertas

Las fuerzas portuguesas que tomaron preso a Andresito —el 24 de junio de 1819— lo llevaron a Porto Alegre, le hicieron trabajar en obras públicas y luego lo recluyeron en la prisión de la isla Das Cobras, Río de Janeiro. La cárcel se inundaba durante seis meses y eran frecuentes los malos tratos.

El español Francisco de Borja Magariños gestionó su liberación. En julio de 1821 “lo habrían dejado en libertad y le entregaron un pasaje para el buque Francia, que partiría rumbo a Montevideo. Pero Andresito no viajó”, explica Juan Manuel Sureda, quien preside la Asociación Flor del Desierto e integra la Asociación Sanmartiniana de Posadas.

“Esa prisión aún existe, está en la bahía de Guanabara, y parte de la documentación sobre Andresito creemos que está ahí, aunque sabemos que mucho se quemó”, dice Sureda. Al parecer, “el último dato sobre la detención en la cárcel de Las Cobras es del Archivo Nacional de España, donde figura que estuvo preso hasta el 25 de junio de 1821”. El secretario de Guerra recibía la información desde el embajador español en Río de Janeiro, quien dice que había dos presos en la isla, un paraguayo y Andrés.

Esa información contradice la versión según la cual había sido embarcado en el vapor Francia, en abril de 1821. Se cree que estaba a punto de embarcar, ”pero tras atribuirle una riña con marinos ingleses vuelve a ir preso y en definitiva nunca viajó a Montevideo”.

Sureda sostiene que “falta interés oficial” en la recuperación de la memoria de Andresido. “Por ejemplo, hay una ley (23.420) sancionada el 13 de febrero de 1987 que dispone levantar un monumento en la plazoleta Misiones, del Obelisco”, pero no se aplicó ni fue reglamentada.

“También estamos buscando cómo financiar la investigación y un futuro viaje. Candelaria era la capital de las misiones y allí deberían estar sus restos. Además se proyecta reconstruir la capital de los 30 pueblos misioneros, mediante un proyecto histórico político y turístico”, afirma el presidente de Flor del Desierto.