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domingo,
12 de
agosto de
2007 |
El próximo jueves se estrena en Argentina “Duro de matar 4”
Bruce Willis: “Es una película de la vieja escuela que podría haberse hecho en los 80”
El actor confesó qué significa ser el protagonista de la saga a los 52 años
Martín González Oliva / Especial-Escenario
Doce años después del estreno de “Duro de matar 3”, vuelve el teniente de policía de la ciudad de Nueva York que siempre se encuentra en el lugar erróneo y en el momento equivocado. En esta ocasión John McClane se enfrentará a una organización de ciberterroristas en Washington D.C. y tratará de rescatar a su hija que fue secuestrada.
Bruce Willis, por cuarta vez protagonista de la historia, dice que está contento de regresar al cine de acción, pero admite que, a sus 52 años de edad, “no fue nada fácil” rodar “Duro de matar 4”., el filme que el próximo jueves se estrenará en Argentina.
“La Fox —explica Willis— ya está hablando de hacer una quinta película. Y les dije que no hay problemas siempre y cuando Len (Wiseman, el director de esta cuarta parte) esté en el proyecto. Y también Maggie Q y, claro Justin Long (ambos protagonistas también del filme). No podemos hacerlo sin ellos”.
Respecto del éxito de la serie, Willis asegura que “seguirá, porque ya dura 21 años. Me pueden ver en la primera con 31 y ahora con 52; la única diferencia es que, si miran con cuidado, ahora me muevo un poco más lento”. Esta cuarta entrega de la serie del policía neoyorquino gira alrededor de unos terroristas dentro del Estado norteamericano que, directamente, cortan la luz de todo el país. Y un hacker y McClane son los únicos que pueden detener la amenaza.
—Algunos dicen que después de John Wayne, John McClane es el héroe norteamericano por excelencia. ¿Por qué cree que es un gran personaje?
—Porque, a pesar de todo, es creíble y humano. Yo solo había realizado un par de películas y creo que una parte del personaje estaba formado por mis raíces del sur de Jersey, con un historial de clase trabajadora, con una indiferencia muy sana y carencia de respeto hacia la autoridad, y un sentido del humor bastante oscuro. Todo eso también contribuyó a su popularidad.
—¿Por qué vuelve con esta cuarta entrega del filme, después de tantos años?
—Haciendo una retrospectiva de las tres películas anteriores, me di cuenta de que quería intentar una vez más hacer el final de la saga, que ahora es una “cuatrilogía”. En síntesis, quería intentar hacer una buena película, al menos tan buena como la primera de todas, según mi criterio.
—¿Y qué resultó?
—Inmejorable. Len Wiseman y yo teníamos pensábamos en que la película tuviera la menor cantidad de efectos especiales posibles. Queríamos que fuera lo más real posible cuando llegaran las escenas de violencia, que pudiéramos tener dobles y muertes que fuesen únicas, lo que supuso una gran cantidad de problemas porque no solo teníamos que competir con las otras tres películas, sino también con la serie de “Arma letal” y todas aquellos filmes que salieron después de “Duro de matar”. Sin mencionar lo bueno que son ahora los dobles y los efectos especial en televisión, como en “24”, del cual soy un gran fan.
—¿Cómo la definiría?
— Diría que es una película de acción de la antigua escuela. En cierta manera, Len Wiseman trajo el siglo XXI a la saga... pero también hicimos un filme de la vieja escuela que podría haberse realizado en los 80, dejando la tecnología a un lado.
—¿Cuál es su escena favorita del filme?
—Me gusta la primera, la que llamo escena de guerra de alta tecnología. Es como una batalla armada entre John McClane y un grupo de hombres desconocidos, asesinos, que quieren matar al personaje de Justin Long. Me gusta la acción en esa escena. También hay una escena central en medio del filme, muy costosa, con Maggie Q que es particularmente brutal y es una de mis preferidas.
—¿Cómo se puso en forma para esta nueva película?
—Haciendo entrenamiento de pesas regularmente. No quería parecer que realmente estaba en forma porque nunca me gustó sacarme la camiseta en una película, pero necesitaba agrandar mis músculos para proteger mis huesos y poder hacer las escenas riesgosas.
—En la primera película, ¿pensaste en algún momento que “Duro de matar” ocuparía un lugar de privilegio en la cultura pop norteamericana?
—No, no tenía idea. En realidad, yo había desestimado participar en la película y honestamente cualquier persona que le guste el filme y yo mismo le debemos un gran agradecimiento a Cybil Sheperd, porque si no se hubiera quedado embarazada durante el rodaje de “Moonlight”, nunca hubiera podido hacer “Duro de matar”. Me siento muy honrado de que algunas personas piensen que esta saga es parte de la historia de la cultura pop.
—¿Cuál es tu actor favorito?
—Tuve la oportunidad la oportunidad de trabajar con Paul Newman. Hace poco trabajé con Robert de Niro, uno de mis héroes favoritos. También con Dustin Hoffman en una película titulada “Death Becomes Her”... Hay muchos actores con los que aun me gustaría trabajar, pero mi ídolo es Steve McQueen.
—Sufrió un accidente en el rodaje con Maggie Q o su doble que provocó parar el filme durante unos días...
—Con la doble. Era la primera escena del día y la doble de Maggie Q me pateó en la cabeza con botas de punta. No me tomé unos días, solo fui al doctor. Me dieron algunos puntos y me tomé el resto del día pero continué rodando al siguiente.
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Bruce Willis vuelve a ponerse en la piel del rudo y audaz policía neoyorquino John McClane.
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