Diagnóstico del climatólogo José Luis Aiello

La lluvia se hará rogar en la campaña de granos gruesos

El director científico del GEA de la Bolsa anticipa un pulso seco en este ciclo

“Este año al riesgo climático para el maíz va a ser mucho mayor”, disparó el climatólogo José Luis Aiello, director científico del servicio Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, quien aseguró que este cereal junto a la soja van a enfrentar una campaña con lluvias por debajo de lo normal en la zona núcleo. Esto obligará al productor a agudizar la imaginación a la hora de diseñar su estrategia de siembra. “Habrá que diversificar para que algún eventual pulso seco no tome todo el cultivo”, dijo el investigador, quien consideró que en este escenario el girasol puede ser una alternativa.

“Los cultivos de maíz y soja van a estar expuestos a un riesgo climático mayor que el año climático que dejamos”, dijo Aiello, quien puntualizó que “la probabilidad de tener lluvias por debajo de lo normal —sin hablar de sequía ni catástrofe— es del 70 por ciento en la zona del Litoral y del 60 por ciento en Santa Fe.

La situación no es sorpresiva, sino la expresión del fenómeno de La Niña que ahora está instalado en el Pacífico ecuatorial y se correlaciona con lluvias por debajo de lo normal en la región pampeana entre noviembre y marzo, apuntó el investigador del GEA, quien explicó que por los efectos antropogénicos (la mano del hombre) sobre el planeta, en el largo plazo “se puede espera un aumento de la temperatura media del planeta con la presencia de ciclos húmedos y alguna alternancia de algún ciclo seco para todo el sudeste sudamericano.

Este es el caso. Los productores que encaren la campaña de granos gruesos —prácticamente definida en el caso del maíz— deberán saber que “van a tener un ciclo con la condición de La Niña a gran escala”, dijo Aiello, aunque explicó que hay otros mecanismos en escalas más chicas que son finalmente los que definen los reales patrones de lluvia, muy difíciles de pronosticar con tanta anticipación.

Por eso, destacó las ventajas que en este sentido aporta la red GEA, que “se está conviertiendo en la principal referencia para el agro argentino porque está tratando de monitorear el sistema, generar indicadores para los distintos agentes del sector que ya se están reflejando y es la única red operativa real de la Argentina”, dijo.

Con estas herramientas en la mano, el productor puede empezar a diseñar estrategias que atenúen los impactos del clima, algo que aún no puede controlar.

El último reporte de seguimiento de cultivos del GEA indica que “los intensos fríos también podrían demorar la siembra de maíz”, aunque el tema que inclinará la balanza son los insumos, especialmente la provisión de nitrógeno. Para Patricia Bergero, del GEA, en la retracción de la oferta se juegan dos cuestiones. Por un lado “están los problemas de producción por efecto de la crisis energética y por otro una especie de stockeo extra por parte de los distintos agentes del mercado que tratan de ver que va a pasar y esperan alguna definición hasta que el panorama aclare”, dijo.

En ese frente, las intenciones de siembra “siguen fluctuando y se está poniendo gran esfuerzo en cuidar los barbechos, complicados por la falta de insumos”, explican desde el GEA.

Sin embargo, el trigo es el primero en sentir el impacto de la crisis en el sector de los insumos. “Notamos que la escasez de fertilizantes puede afectar a toda la redosificación en el caso del trigo para la fase de macollaje, una práctica que se debe dar para entre el 25 y 30 por ciento de cultivo de trigo en esta área”, dijo Bergero.

Así, el productor que arranque con la siembra de la campaña gruesa deberá poner un ojo en el clima, que puede dar sorpresas, y otro en el mercado de insumos.

“En este ciclo será clave diversificar en épocas de siembra para que la reducción de lluvias no tomo todo el estadio del cultivo y el maíz dependerá esencialmente de cuál es el período de floración y si se manifiesta o no un pulso seco en ese momento”, resumió Aiello, quien consideró que el girasol, más allá del repunte por el efecto precio, “puede andar muy bien” en función del ciclo climático.

S.C.

Aiello dio cuenta del impacto del fenómeno de La Niña en la región.