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domingo,
15 de
julio de
2007 |
Basta de
accidentes
La sensación resulta generalizada en la sociedad argentina: el tránsito se ha convertido en un insoportable flagelo, que se cobra cotidianamente una cifra de vidas tan elevada como inadmisible.
El choque múltiple producido el jueves pasado en la autopista Rosario-Buenos Aires puso de manifiesto otra vez que la cuota de profilaxis y racionalidad está ausente exactamente cuando más se la necesita.
Más allá de las responsabilidades que determine finalmente la Justicia, resulta evidente en este caso que la negligencia formó parte principalísima de un coctel de sucesos que se reveló como letal. Pero esta colisión masiva no constituye sino el fragmento más visible de un gran iceberg: basta recorrer las páginas de cualquier diario argentino para encontrarse de manera cotidiana con crónicas de accidentes viales con víctimas fatales.
Sea por imprudencia, impericia, descuido o desaprensión, los muertos en choques se suman día tras día. Revelan el lado más oscuro de la Argentina: nada menos que el desprecio que muchos tienen por la vida humana
Es hora de tomar el toro por las astas y que cada cual aporte su cuota. Los conductores deberán esmerarse en manejar como se debe, ya que mal que les pese son ellos los causantes de la mayoría de los choques. El Estado, por su parte, deberá reforzar al máximo los controles e incrementar la severidad de los castigos, así como exigir y verificar que los concesionarios privados respeten las normas de seguridad.
Basta de accidentes: la consigna puede ser convertida en realidad. Depende de todos.
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