Año CXXXVII Nº 49534
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Economía
Escenario
Señales
Mujer
Turismo


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 08/07
Mujer 08/07
Economía 08/07
Señales 08/07
Educación 07/07
Estilo 07/07
Salud 27/06
Página Solidaria 27/06

contacto

servicios
Institucional

 domingo, 15 de julio de 2007  
Las empresas recuperadas, en el momento de la expansión
Lejos de la crisis que les dio origen, las cooperativas afrontan ahora otros desafíos

Clarisa Ercolano / La Capital

Los cimbronazos económicos, las malas gestiones de sus anteriores dueños o simplemente, lo que llaman un mal año, son factores que llevaron a distintas empresas a bajar las persianas. Sin embargo, gracias a sus empleados, muchas lograron levantarse, volver a trabajar y conservar las fuentes de empleo, convirtiéndose en lo que hoy se conoce como empresas recuperadas. En Rosario, empresas de alimentos, industriales y hasta restaurantes lograron volver a la ruta del empleo con esta modalidad y hoy suman un total de 12.

Si bien ya pasó el chubasco y el fantasma de la empresa cerrada, los desafíos que se vislumbran en este particular sector del sistema económico tienen que ver con la gestión y la expansión de las empresas. Quién es el dueño, cómo se reparten las responsabilidades, el dinero y las cargas horarias, quién trabaja más o menos y sobre todo; cómo se toman las decisiones al momento de aumentar la producción o renovar la infraestructura.

La forma más fácil de arribar a una solución es, al menos si se toman de ejemplo a las empresas locales, conformar consejos de administración para solucionar la toma de decisiones diarias y resolver temas más complejos mediante reuniones donde sí se hace presente todo el personal.

José Abelli, presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (Facta), señaló que, particularmente, las empresas de Rosario evolucionaron específicamente a partir del cambio de escenario económico donde el mercado interno y la producción empezaron a ocupar un lugar importante en la economía.



La expansión

Un caso ejemplar es el de la fábrica de pastas Mil Hojas. Cuando sus empleados tomaron posesión no había luz eléctrica ni crédito de los proveedores y el capital existente era de 400 pesos, provenientes de una madre jubilada de un trabajador. De 15 empleados pasaron a 35 y de 15 distribuidores, hoy superan los 30. Además, cuadruplicaron la distribución y la cantidad de productos y ya tienen presencia en cinco provincias.

Otro que se destaca es la fábrica de herramientas Unión, una metalúrgica de herramientas de corte. En diciembre del 2001 los trabajadores vivían del seguro de desempleo y hoy están por encima del convenio metalúrgico. “Esto no es magia, es trabajo”, señaló Abelli.

Respecto de la gestión, argumenta que estos procesos van por etapas. “Primero se pasó de un trabajador que llegaba y marcaba la tarjeta, a un empleado plenamente responsable de toda la cadena laboral, después vino la etapa de insertarse en el mercado; por ende, la consolidación como grupo también se va a aprender”. El presidente de Facta también señaló que todos los saberes en este campo provienen del empirismo y que en el caso de estos trabajadores, la autogestión no fue una elección sino una opción. “Si fuimos capaces de poner en marcha empresas con capital cero, también podemos vencer los problemas de gestión”, señaló.

El panorama local se presenta promisorio, actualmente todas las recuperadas participan de cursos de capacitación y mejora de sus potenciales productivos, con institutos técnicos a nivel nacional además de los convenios firmados con Italia y España, países pioneros en este tipo de gestión empresaria.



Inversión

Convertir las dificultades en fortalezas parece ser el paradigma de las recuperadas. “Ahora vamos por el parque industrial y la incorporación de nuevas tecnologías con la idea de consolidar la expansión comercial de los últimos cinco años”, dijo Abelli. De cara a la necesidad de inversión, el financiamiento es el desafío. “Nuestro excedente es el salario y el resto se reinvierte en el proceso productivo”, dijo.

Omar Pusiano, coordinador de Herramientas Unión, comentó que compraron cuatro máquinas nuevas. pero la necesidad de inversión es permanente. “Necesitamos reemplazar maquinarias y mejorar infraestructura”, señaló pero indicó como principales impedimentos que este tipo de empresas arrancaron con capital cero o con deudas. “Los créditos son carísimos”, se quejó.


enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados