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domingo,
15 de
julio de
2007 |
Rosario tiene 16 villas a metros de las vías
Las viviendas precarias florecieron como hongos a los lados de las vías. Sus moradores llegaron hasta allí empujados por el hambre y la falta de trabajo. En Rosario hay al menos 16 villas en esas condiciones y promedian los mil habitantes cada uno. Es decir, 16 mil personas viven a metros de las vías. La muerte de Cristian Alegre, un joven sordomudo del barrio Toba que el miércoles pasado fue golpeado por un tren carguero cerca de Rouillón y Seguí, reavivó el debate sobre el tema. y puso en evidencia el peligro con el que conviven estas familias.
Alegre no fue la primera víctima. Las familias excluidas del sistema económico buscan los predios paralelos al tendido ferroviario como un salvoconducto tan posible como peligroso.
Al menos 16 asentamientos, con distintas características y densidad demográfica, se ubican en terrenos paralelos a los cuatro troncales de vías activas que hay en la ciudad. Son tendidos ferroviarios del ex Belgrano y Mitre que cruzan a Rosario hacia el sur, este y oeste, con destino a Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. ¿Se refleja la interacción de vías y villas entre el municipio y las empresas concesionarias del servicio ferroviario? “Hay contactos frecuentes”, aseguró el subsecretario de Planeamiento, Raúl Alvarez .
Para el funcionario, el tema de la precariedad de estos asentamientos “está en carpeta en los tres niveles de gobierno”. En su opinión, los riesgos que potencia la vecindad con las vías son uno más dentro de la problemática del tema. “Tiene que quedar claro que es muy difícil que la Municipalidad pueda atacar con éxito el problema de la vivienda precaria si no es en el marco de una concertación con Nación y la provincia”, explicó.
Según Alvarez, el hecho de que se ocupen terrenos linderos al ferrocarril es “una constante histórica”, porque son espacios bajo la órbita de la Nación que a nivel local tiene menos controles. A esta tendencia también contribuyó la desactivación de buena parte del servicio de trenes, que desafectó decenas de áreas. En general, las villas que surgen en torno a las vías se desarrollan en forma “alargada y angosta, y en su extensión hasta pueden tomar varios nombres”, describió.
64 villas. Según el último relevamiento fotográfico realizado por la Fuerza Aérea para la municipalidad, en septiembre de 2005, la zona urbana rosarina tiene al menos 64 asentamientos irregulares, 16 de los cuales conviven con las vías. Uno de los más extensos es el que ocupa terrenos aledaños a la troncal de la ex línea Belgrano (hoy Belgrano Cargas) con los nombres: Puente Gallegos, Uriburu y Honda, Tío Rolo, Vincha, Moderno y Alvear. En la misma línea se ubican Triángulo, Banana y La Boca.
También hay asentamientos ligados a las vías del ex Mitre que concesionó el Nuevo Central Argentino. Son Flammarión y el conocido como Oroño y Mr. Ross. Este último ofrece el mayor grado de exposición porque las casas se ubican tan cerca de los rieles que el tren circula por un verdadero pasadizo. “Si la actividad ferroviaria fuera más intensa, en ese lugar habría verdaderos dramas”, sostuvo Alvarez.
En la zona norte, cerca de las vías del ex Mitre, se encuentran los asentamientos Ludueña y Fanta, ubicado entre las vías y Circunvalación. También se contabilizan Cerámica, Arroyito Toba, Sarmiento y Salvat y Las Vías.
Según el subsecretario de Planeamiento, las inundaciones profundizaron por parte del municipio una política abierta hacia esas zonas. “Se trabaja en la apertura de pasos a nivel y en pavimentar con una doble finalidad, mejorar la calidad de vida y llevar obras públicas para que no se vuelvan a inundar”.
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