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sábado,
14 de
julio de
2007 |
Se inauguraron en Río los Juegos Panamericanos
Unas 90 mil personas le entregaron el calor y color típico que solamente los brasileños suelen darle a este tipo de celebraciones y participaron activamente en la ceremonia de inauguración de los 15º Juegos Panamericanos. La fiesta, como no podía ser de otra manera, se llevó a cabo en el Estadio Maracaná.
Con la presencia del presidente de Brasil, Luiz Ignacio Lula da Silva — abucheado por buena parte de los concurrentes—, la ceremonia empezó con casi una hora de retraso.
La locutora Rosa Magalhaes dio la bienvenida, la reconocida cantante Elza Soares interpretó el himno brasileño y por los altoparlantes comenzó a sonar “Viva esa energía”, elegida como la canción oficial interpretada por Arnaldo Antunes y Ana Acosta.
Más tarde fue el turno de los desfiles. Y allí la delegación argentina fue la primera. Con la rosarina Luciana Aymar enarbolando la bandera patria, más de 250 deportistas y 100 oficiales se dieron el gusto de pisar el Maracaná y no ocultaron la emoción que les producía estar viviendo un instante único.
Así pudo observarse a chicos del handball como Gonzalo Carou o Ezequiel Pardales con cámaras en mano y filmando a las cabeceras con el propósito de registrar la euforia que vivían buena parte de los cariocas presentes.
El asombro y la alegría también invadió a los remeros Santiago Fernández y Ariel Suárez y a los triatletas Nidia Kondratavicius, Pamela Geijo y Velmar Blanco, entre otros.
Luego desfilaron el resto, desde las más numerosas como la de Estados Unidos (lógicamente, la más abucheada) a las más pequeñas como las de las poco conocidas Islas Vírgenes Británicas, Belice o Saint Vincent & Granadinas.
Hubo tiempo para una alegoría sobre el río Amazonas, con voluntarios disfrazados como pétalos de flores y hojas de árboles, mientras que doce camas elásticas intentaron darle forma a la “Vitoria-regia”, una flor típica de la región. También para la recreación de “Wave”, una pieza de uno de los padres de la bossa nova como Tom Jobim.
Después hizo su ingreso al estadio, la protagonista silenciosa y más esperada de la noche: la antorcha Panamericana.
Entonces irrumpió la voz inconfundible de la bahiana Daniela Mercuri para recrear una versión de “Cidade maravilhosa” y ponerle punto final al festejo. El mismo que los brasileños quieren coronar ocupando uno de los tres lugares del podio.
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