|
sábado,
14 de
julio de
2007 |
Las escuelas coránicas de Pakistán, fábricas de terroristas
Nick Allen / DPA
Islamabad. — Las cerca de 14.000 madrasas o escuelas coránicas de Pakistán, consideradas el germen del terrorismo musulmán, son objeto de estrecha vigilancia, después de que esta semana el ejército aplastara a un centenar de milicianos en la Mezquita Roja de Islamabad.
“No permitiremos que ninguna otra madrasa siga el camino de la Mezquita Roja y la madrasa Jamia Hafsa” que formaba parte del complejo de aquella, advirtió el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, en un discurso televisado, después de que 30 horas de combate devastaran la mezquita y el seminario para mujeres. “Soy un ferviente defensor de las madrasas, pero no de las de este tipo”, agregó, comprometiéndose a erradicar el terrorismo y el extremismo islámicos que se extienden por todo el país, y que muchos ven causado por el adoctrinamiento de estas escuelas.
Esta suposición es una realidad en el caso de las dos madrasas de la Mezquita Roja, cuyo vicedirector, el clérigo Abdul Rashid Ghazi, había declarado que alentaba a sus alumnos a unirse a la “yihad” (guerra santa) en Afganistán, y que justificaba los atentados suicidas. Junto al clérigo, que murió el martes, al menos 108 personas perdieron la vida durante el asedio y posterior asalto al complejo, según la versión oficial.
Musharraf dijo a la nación que la actitud de los extremistas dañaba la imagen del islam: “Entrenaban a niños para convertirlos en terroristas y en extremistas. Las mujeres llevaban bastones y los hombres estaban armados con armas. ¿Es eso lo que el islam nos enseña?”, preguntó el presidente, que comenzó a sufrir presiones para controlar las madrasas después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en EEUU. La presión creció después de que se confirmara que uno de los terroristas de los atentados suicidas que el 7 de julio de 2005 mataron a 56 personas en Londres había pasado por una madrasa de Pakistán.
Hay unas 14.000 escuelas coránicas en Pakistán. Estos centros ofrecen formación y alojamiento gratuitos a alumnos a partir de los cuatro años, imparten educación exclusivamente religiosa y se caracterizan por la intolerancia frente a otras creencias. De financiación privada y estatal, el sistema genera miles de hombres por año formados exclusivamente para hacerse clérigos en mezquitas.
Desde 2002, el gobierno ha intentado introducir disciplinas modernas en la formación curricular de las madrasas, como inglés, ciencias, matemáticas, economía e informática. Pero muchas madrasas continúan enseñando con un sistema medieval que rechaza la “ciencia occidental” por no ser islámica.
Rechazo anticipado. Ante la perspectiva de una acción del gobierno, una organización que nuclea a cerca de 10.500 madrasas advirtió: “Dejamos claro que si el gobierno acomete cualquier acción contra cualquier madrasa con la justificación de lo ocurrido en la Mezquita Roja, nosotros responderemos. Cualquier acción contra las madrasas será totalmente inaceptable”.
Pero el portavoz del ministro del Interior Yaved Jeema dijo que el sistema de madrasas, aunque será preservado, tendrá algún cambio. “Estamos en contra de las milicias y el extremismo, no en contra de las madrasas. Nuestras madrasas son parte de la herencia del islam. No queremos cerrarlas, quremos convertirlas en veraderos sitios de enseñanza”, añadió.
En tanto, crecen las sospechas sobre la complicidad estatal en el surgimiento de activistas radicales en las madrasas. En particular, la agencia de inteligencia paquistaní, el poderoso ISI, ha mostrado vinculaciones con milicianos de Cachemira y los talibán afganos. “Parece poco probable que estas actividades ilegales se hayan desarrollado sin que nadie lo advirtiera”, opina el diario liberal Dawn.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Radicales islámicos paquistaníes protestan contra el asalto al complejo de la Mezquita Roja.
|
|
|