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sábado,
14 de
julio de
2007 |
Un pedido razonable
El ejercicio de la docencia no debe limitarse a presentarse ante un curso y dictar una clase o a evaluar los conocimientos adquiridos. Es una función mucho más compleja, que requiere comprensión, acercamiento, orientación y seguimiento de la problemática de los alumnos y la consiguiente ayuda para resolverla, además de la permanente actualización y capacitación frente a los cambios. Desgraciadamente, con el transcurso de los años esa función se va perdiendo, convirtiéndose en una obligación para sostener un ingreso económico necesario. Por otra parte, la docencia requiere un recambio permanente donde se vayan sustituyendo viejos docentes por nuevos (hay muchos sin trabajo), especialmente ahora que comenzará a implementarse la nueva ley federal de educación. En mi caso, ingresé a la docencia en 1965 y la mayoría de mis compañeros que está en mi misma situación coinciden con lo expresado. Por eso solicito a la provincia que todos los docentes santafesinos transferidos o no y que hayan iniciado el trámite jubilatorio en el orden nacional o provincial puedan gozar del beneficio de una licencia con goce de haberes hasta que se efectivice el beneficio jubilatorio. Que para el proceso sea ágil, se aceleren los trámites provenientes de reconocimiento de servicios y, en su caso, jubilación en el orden provincial. Y si es posible que intercedan ante la Ansés para que suceda lo mismo en orden nacional. Sería una medida necesaria y justa.
José Luis Rodríguez
LE 6.066.408
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