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domingo,
08 de
julio de
2007 |
Las mujeres ganan espacios laborales pero igual siguen lavando los platos
Muchas ocupan puestos jerárquicos y además dedican 33 horas semanales a tareas domésticas
Eugenia Langone - Silvina Dezorzi / La Capital
Las mujeres ingresaron en el siglo XXI, se insertaron con una fuerte presencia en el mercado laboral y muchas ocupan cargos directivos, ya sea en el ámbito público o privado. Sin embargo, las tareas básicas del hogar siguen recayendo sobre ellas. Llevar los chicos al médico, planchar, cocinar, ordenar, hacer las compras y limpiar la casa continúan siendo trabajos que realizan mayoritariamente sin ayuda de nadie. Y en promedio consumen 33 horas a la semana en estas labores. Una situación que es similar en los tres principales aglomerados urbanos del país, Gran Buenos Aires, Córdoba y Rosario, pero que se acentúa notablemente en el interior y sobre todo en esta ciudad.
Los datos se desprenden de un estudio realizado por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), que entrevistó a 1.600 mujeres, de entre 18 y 69 años, de las tres principales ciudades del país. El objetivo principal es “brindar una caracterización de la actitudes y percepciones de las mujeres de los principales centros urbanos sobre sus condiciones de vida”.
En Rosario los números hablan por sí solos. Sin ayuda, el 76% de las rosarinas lleva los chicos al médico, y el 68% se ocupa de sus familiares y acompaña a los hijos en sus actividades. Además, en el mismo porcentaje se ocupan del cuidado de los chicos y de cocinar. Y por si les faltara algo, el 60% lava y plancha, el 59% organiza las tareas de la casa y lava los platos, el 54% hace las compras para la casa y el 53% hace la limpieza.
En los resultados generales de las tres ciudades, son las mujeres sobreocupadas (las que trabajan más de 45 horas semanales) las que a su trabajo fuera del hogar le suman la responsabilidad de la casa y el cuidado de los hijos.
Así, a pesar de todos los cambios, la mujer sigue teniendo “la jefatura de las tareas del hogar”, tal cual describió la situación Mabel Gabarra, titular del Instituto de Estudios Jurídicos Sociales de la Mujer (Indeso Mujer). Tal es así que invierten unas 33 horas semanales en tareas domésticas, un promedio que en el caso de las que viven solas desciende a 16. En cambio, en los casos en que son jefas de hogar, es decir que tienen hijos y no tienen pareja, el tiempo aumenta a 35 horas semanales. Y paradójicamente, donde en la casa hay chicos y también marido, la cantidad de horas lejos de disminuir se incrementa a 37 por semana.
Proveedores y mano de obra. “En todo el país sigue imperando la cuestión de que las mujeres son las principales responsables de las tareas del hogar. Esa es una cultura que es vieja, pero que continúa teniendo cierta actualidad y que marca que el marido es el proveedor y la mujer la que se ocupa de la casa”, aseguró a La Capital la titular de Indeso Mujer.
La abogada consideró que “si bien hubo avances en todos estos años, un cambio de realidad y las mujeres salieron del hogar a trabajar, todavía se les otorga la jefatura en este tipo de tareas”.
A la hora de responder por qué este cambio lleva más tiempo, Gabarra aseguró que “se trata de una modificación cultural. El ingreso al mercado laboral se dio por necesidades, porque en Argentina ya un sueldo no alcanzaba; pero en el caso de las tareas del hogar el cambio debe ser cultural y por lo tanto lleva más tiempo que las dos personas que integran una pareja lo asuman con la misma intensidad. Es directamente un cambio en la concepción del varón y de la mujer”, sostuvo.
Así, aunque el trabajo en el hogar es aún una tarea básicamente femenina, algunas labores recaen más que otras sobre las mujeres. Más de la mitad de las consultadas en las tres urbes dijeron ocuparse “sin ayuda alguna” de llevar a los niños a los controles médicos (60%), lavar y arreglar la ropa (57%), organizar las tareas y ordenar la casa (56%), cocinar (55%), cuidar a los chicos (55%) y acompañar a los hijos en sus actividades (55%).
La ayuda de personal doméstico tampoco abunda: sólo un 11 por ciento contrata gente para la limpieza y un 7 por ciento lo hace para el lavado y planchado de la ropa.
Si bien el panorama se reproduce de manera similar en los tres aglomerados urbanos, en las dos ciudades del interior el trabajo de las mujeres en el hogar se acrecienta y en Rosario se acentúa. En todas las tareas que se puntualizan en el estudio el porcentaje de rosarinas que las realizan solas supera la media general y en todos los casos está por encima del 50 por ciento.
Así, las mujeres transitan este nuevo siglo sumando tareas. Ahora muchas son profesionales, trabajan largas horas fuera del hogar, pero también deben cargar con un sinfín de tareas domésticas. Un debate candente que genera más de una rencilla doméstica.
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