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sábado,
30 de
junio de
2007 |
La gente
acompañó
a medias
El fenómeno popular que siempre generó el seleccionado argentino de vóley en Rosario ayer se repitió a medias. Las tribunas no estuvieron tan pobladas como en otras ocasiones. Esto se explica por la sucesión de derrotas que arrastra el representativo nacional y por la carencia de figuras convocantes.
La ausencia de jugadores de renombre fue la causa principal de un estadio que estuvo lejos de anteriores oportunidades en las que Argentina también llegó a la ciudad a los tumbos. Sin embargo, el público en otro momento le dio un apoyo masivo por el atractivo de jugadores con gran trayectoria.
Esta nueva generación, cuyos jugadores más grandes son Martín Meana y Lucas Chávez, con 25 años, tiene que atravesar por un proceso en el que debe sumar experiencia. Con resultados favorables se ganará no sólo al público rosarino sino al de un país que siempre los acompañó. El nuevo camino emprendido por Uriarte está en marcha. Habrá que tener paciencia y aguardar si se llega a la meta soñada.
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