YPF decidió volver a cobrar con tarjetas

La empresa Repsol-YPF resolvió ayer dar marcha atrás con la polémica medida de rechazar las tarjetas de crédito y débito como medio de pago en sus estaciones de servicio para la carga de combustibles. Desde la compañía se confirmó que mantendrá su aceptación.

   Así lo comunicó oficialmente la petrolera, que a través de su director de Relaciones Externas, Fabián Falco, quien indicó que tras “hacer una evaluación” del impacto que podría tener la medida en los consumidores se decidió “mantener la aceptación de las tarjetas”.

   “De todos modos seguiremos negociando con las empresas emisoras de las tarjetas de crédito para obtener una comisión más baja”, aseguró a esta agencia una fuente de la compañía, que además aclaró que la disposición de no aceptar pagos con tarjetas de crédito o débito se había dispuesto en respuesta a “una solicitud de los propios expendedores”.

   En ese sentido, explicó que “el origen de la medida tenía que ver con la necesidad de mejorar la rentabilidad de los operadores abanderados de la red”.

   Por el lado del gobierno, la medida encendió la luz de alerta, y según indicaron algunas versiones surgidas de la propia esfera gubernamental, después de una negociación entre funcionarios del Ejecutivo y la petrolera, se llegó a un entendimiento para q ue la medida no se aplique como se había anunciado.

   “Permanentemente mantenemos conversaciones con el gobierno. Hicimos una evaluación y advertimos que no era lo más conveniente, porque podía tener una repercusión no deseada”, indicó Falco.

   A pesar de las idas y vueltas, este episodio se sumó a los aumentos en las naftas premium y el gasoil, que las petroleras aplicaron en las últimas semanas y después suspendieron; y al discutido cobro de servicio de playa, que adiciona 15 centavos extra por cada litro de combustible, y que incluso generó la intervención judicial en varios casos. La última polémica surgió luego de que YPF decidiera dejar de aceptar las tarjetas como medio de pago. La medida fue rechazada por los consumidores, aunque encontró aceptación entre los expendedores, quienes pagan una comisión de 1,5 por ciento por las ventas con tarjetas, y reciben el dinero a los 30 días de realizarse la operación.