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domingo,
24 de
junio de
2007 |
Para ayudar
“Mi hija trabajaba por necesidad”, contó Marisa Sabina, la mamá de Natalí Gisel Muzzollón. “En el momento en que ella murió nosotros estábamos muy mal económicamente y teníamos la casa en garantía. Pero ella quería ayudarnos como fuera. Por eso llegó a trabajar hasta 19 horas por día para ganarse sus 25 pesos”, explicó la madre.
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