Hoteles y restaurantes buscan personal capacitado

Las nuevas carreras que llegan con el auge turístico de Rosario

Hotelería, croupiers, gastronomía y atención al cliente son parte del menú

Clarisa Ercolano / La Capital

Sin prisa pero sin pausa, Rosario se transforma en una ciudad atractiva para el turista. En sintonía con esta suba, la demanda de personal capacitado en tareas tales como hotelería, gastronomía y atención al cliente está en crecimiento, y con ella el furor de las carreras que prometen rápida formación en estos aspectos y una pronta salida laboral.

En poco menos de un año, la ciudad pasó de un ingreso de 900 mil visitantes a un millón doscientos mil. Y en la cámara que agrupa a las empresas vinculadas con el sector de hoteles y restaurantes, se empezó a escuchar el requerimiento de personal destinado a reforzar la atención de este flujo de gente, además de una mayor especialización de acuerdo al tipo de turista. Esto impulsó a la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Afines a crear la Escuela Internacional de Formación Hotelera Gastronómica, que viene a ampliar la oferta educativa que busca imponerse de acuerdo a las nuevas demandas laborales que se presentan actualmente.

¿Pero cuál es el perfil del visitante que llega a la ciudad? Un gran porcentaje lo componen quienes concurren a congresos, eventos, seminarios y también gente que llega a vender o realizar algún servicio. Y más allá de aquellos que vienen a conocer la Cuna de la Bandera, también esta ciudad atrae a personas que llegan para hacerse cirugías estéticas (principalmente extranjeros) y estudiantes jóvenes que quieren aprender a hablar el español con mayor fluidez y sin irrumpir de lleno en el frenesí de Buenos Aires.

“La idea de esta nueva carrera surgió como una necesidad del hoy, porque ya es preciso tener recursos humanos mejor capacitados por parte de los asociados que demandan personal en gastronomía, hotelería, mozos, mucamas y cocineros”, señalaron Alfredo Angiuli y Rodrigo Pastor, presidente y vice de la entidad que nuclea a los hoteles y restaurantes. “Es una iniciativa que maduramos hace tiempo ya que creemos que hay que estar acordes al movimiento que tomó Rosario en los últimos cuatro años”, dijeron.



Mejor atención

Para los integrantes de la asociación, un negocio no se atiende en el 2001 como en el 2007. Educar, capacitar y formar para preparar a la ciudad para que se convierta en un polo turístico es entonces una de las prioridades. “Antes, el dueño o responsable del negocio tenía tiempo y disponibilidad como para entrenar y capacitar a la persona que ingresaba, pero ahora, por la dinámica comercial no hay tiempo y por eso la idea es que el trabajador ya llegue entrenado y sepa desenvolverse cuando tome contacto con el turista”, explicaron. Y para eso, en la escuela se ofrecerán simulacros de atención en tiempo real, en un restaurante o en un hotel. El estatus internacional de la carrera también hace que se celebren convenios con escuelas similares en otros países para conferirle otro nivel a la formación y para propiciar los intercambios educativos. La estructura académica funcionará entonces con dos carreras y, a su vez, con cursos cortos que permiten capacitación rápida en oficios como mozos, mucamas, barman, cata de vinos y diseño de cartas. Pero toda la escuela en sí persigue una dinámica de capacitación rápida e inserción laboral inmediata. “Son cursos y carreras con cargas horarias que tienen un 90 por ciento de práctica aplicada”, señalaron.

Desde la cámara que agrupa a hoteleros y gastronómicos, opinaron que Rosario está empezando a hacerse cargo de que puede consolidarse turísticamente. Y al respecto refirieron que la gente ya ve más allá del Monumento a la Bandera y los parques y que empezaron a valorar el paisaje ribereño, la variedad de oferta cultural y los entretenimientos para los más chicos con precios muy bajos. “Pero ahora los servicios deben responder de otra forma”, sindicaron.

“La gente ahora recorre distancias para venir a Rosario, vienen por ejemplo a ver un espectáculo y aunque sea realizan una comida en la ciudad y aprovechan por ejemplo para ver el río”, remarcaron desde la entidad y resaltaron que un gran número de gente llega aunque sea con la idea de pasar un fin de semana diferente.

"Un negocio no se atiende en 2007 como en 2001", dicen dirigentes del sector hotelero-gastronómico.