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 viernes, 25 de mayo de 2007  
Agoniza el joven baleado y su padre reclama justicia

Pablo Espíndola, el padre del joven de 25 años que agoniza tras ser baleado ayer a la tarde por un policía en la zona oeste de la ciudad, reclamó justicia y pidió públicamente que este hecho no quede impune.

Con la voz entrecortada por el dolor, el papá de Pablo Espíndola realizó hoy declaraciones radiales pidiendo justicia y reclamando que “este tipo no puede estar en la calle”, en alusión al cabo de la policía Pablo Galmarini, quien en la tarde de ayer le disparó un balazo en la cabeza al joven cuando intentó salir en defensa de su hermano, quien es novio de una hijastra del policía.

“Ayer este hombre se iba a trabajar lo vio a mi hijo el más chico, que andaba con la hijastra de él, lo corrió y el más grande salió en su defensa. Entonces sacó su arma reglamentaria luego de discutir y le pegó un tiro en la cabeza. No apareció un juez, no vino un abogado, no vino el comisario. Yo tengo a mi hijo agonizando y no tengo idea de qué es lo que va a pasar”, se quejo amargamente Espíndola.

El hecho se produjo en la zona de Uruguay y Magallanes cuando el cabo de 36 años que se desempeña en la Patrulla Urbana frenó su auto delante de la moto en la que se trasladaban Pablo y su hermano Gustavo, de 16 años. Luego de una discusión, Galmarini efectuó un disparo –a los gritos adujo que se le había escapado- que impactó en la cabeza de Pablo. El joven fue trasladado al Heca donde se encuentra en estado desesperante.

“A Pablo lo operaron, perdió parte de la masa encefálica. A las 10.30 me dan otro parte. Yo no sé qué hacer por eso recurro a los medios porque no quiero que este hombre vuelva a matar como ya lo hizo con otras dos personas que los mató como perros. Este hombre ya lo denuncié dos veces. Una en la comisaría 19 y otra en Tribunales. Salía a la calle mostrando su pistola”, abundó el papá de la víctima..

“Él no quería a mi hijo porque decía que era un vago y andaba con su hijastra. Pero el pibe tiene 16 años y hace dos años que salen y están enamorados. Yo no tengo palabras para decirle a este hombre. Sólo quiero que se haga justicia y que esto no quede impune. Este tipo no puede estar en la calle”, reclamó Espíndola.


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La escena del crimen en Uruguay al 5900. Pablo Espíndola recibió un balazo en la cabeza y agoniza.


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