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viernes,
25 de
mayo de
2007 |
Según las Farc Sarkozy será vital en canje de rehenes
Bogotá.— Un portavoz de las Farc dijo ayer que las labores del nuevo presidente francés Nicolás Sarkozy “serán definitorias para conseguir el regreso a sus hogares” de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y otros secuestrados por el grupo guerrillero.
El comandante Raúl Reyes, principal portavoz de la agrupación, dijo que siguen buscando un intercambio humanitario con el gobierno que permitiría la liberación de Betancourt —que tiene doble ciudadanía, francesa y colombiana—, y de casi 60 rehenes más de alto perfil. A cambio, el gobierno excarcelaría a centenares de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Sin embargo, Reyes reiteró la condición de las Farc de contar con una zona de despeje militar en el sur del país, lo cual es rechazado tajantemente por el presidente Alvaro Uribe. El gobierno anunció hace dos semanas que está dispuesto a liberar unilateralmente a un número indeterminado de guerrilleros para promover la liberación de rehenes de la guerrilla, que rechazaron esta posibilidad.
La semana pasada, John Frank Pinchao, un policía secuestrado por las Farc durante más de ocho años, logró escaparse y aseguró que estuvo con Betancourt y tres contratistas estadounidenses secuestrados. Uribe insistió en liberar a estos rehenes por la vía militar, pero Sarkozy se inclina por la búsqueda de un canje negociado.
Polémica. Entretanto, una propuesta de Uribe para excarcelar a personas vinculadas con los paramilitares de ultraderecha que no estén implicadas en delitos atroces desató ayer una polémica, mientras la oposición lo acusó de querer sacar de la cárcel a sus amigos. La iniciativa se produce en momentos en que Colombia mantiene en prisión a 13 congresistas y a dos gobernadores, la mayoría aliados de Uribe, por acusaciones de que apoyaron o se beneficiaron de acuerdos con los paramilitares.
“Nos tenemos que preparar para darles el beneficio de la excarcelación a quienes confiesen la verdad, y esa confesión sea aceptada por los jueces de la República”, dijo Uribe. El Congreso aprobó una ley que establece entre cinco y ocho años de cárcel para los jefes paramilitares, acusados de delitos como asesinatos, masacres, secuestros, desapariciones y torturas. Los políticos, al parecer, no estarían implicados en estos delitos atroces.
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