Las distintas facetas del Che Guevara

Una exposición que reúne múltiples fotografías ya puede verse en el Bernardino Rivadavia

Belén Travesaro / La Capital

Vivió para cambiar el mundo. Peleó por sus ideales y en esa lucha perdió la vida. Idolatrado por unos y cuestionado por otros, si hay algo de lo que no puede quedar dudas es que la figura de Ernesto "Che" Guevara no genera indiferencia. Se lo asocia con la imagen de guerrillero revolucionario, pero el Che fue mucho más que eso: médico, escritor, periodista, padre, amigo, amante, deportista y aventurero. Facetas que se reflejan en la muestra "Che Guevara: la vida en fotos", que se exhibe hasta el 24 de junio en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia (San Martín 1080).

La exposición, organizada por el Centro Cultural y Arte Iberoamericano (Artibe), surge a partir del libro "Che Guevara, la vida en juego" de Julia Constenla, la curadora de la propuesta. A través de su trabajo como periodista tuvo la oportunidad de conocer al Che y a su madre, Celia de la Serna, sobre quien también escribió una biografía. De paso por la ciudad dialogó con La Capital acerca de la impresión que le dejó el líder revolucionario.

-¿Cómo era el Che Guevara?

-Era seductor, irónico, enérgico e inteligente. Tenía coraje y vocación de servicio. Fue una persona que cumplió sus metas, con los riesgos que decidió correr y los errores que pudo cometer.

-¿Qué faceta del Che le genera más admiración?

-Su vocación de servicio y el hecho de que es un hombre que todo el tiempo construye. En medio de la guerra en Cuba, donde hacía pie instalaba un área de producción, una radio, un diario. La coherencia del Che, su vocación de servicio y su entrega sin límites a sus ideales, me parece ejemplar.

-¿Es verdad que la madre, Celia de la Serna, fue una figura central en el desarrollo de su personalidad?

-La madre fue la figura central y también Fidel Castro. La conducta ejemplar y la coherencia de Guevara es una marca que le imprimió la madre, quien era muy inteligente y fue la primera persona que ofreció el vaso de leche para los niños de la escuela pública donde iban sus hijos en Alta Gracia. Cuando se enteró de que el Che estaba en guerra, se angustió mucho por la posibilidad de que lo mataran y la certeza de que lo iban a matar.

-¿Y qué nos puede decir de la relación del Che con Fidel Castro?

-Era una relación fraterna. Cada uno tenía claro qué debía esperar del otro y ofrecerle. Cuando se conocieron conversaron a lo largo de diez horas. Siempre quedó claro que Fidel iba a comandar un cambio en Cuba, y que el Che lo iba a acompañar en esa aventura: primero lo hizo como médico y luego, en el lugar de lucha, se convirtió en comandante.

-¿Considera que el Che sigue siendo modelo para la transformación de la realidad social y económica?

-La hipótesis por la cual quería llegar a cambiar el mundo para que viva el hombre nuevo, no me parece que hoy esté vigente.

-¿Cómo era el Che como marido?

-Tuvo dos mujeres. La peruana Hilda Gadea y la cubana Aleida March. Gadea fue su primera mujer. Ella quedó embarazada y entonces se casaron. No la quiso nunca, no le fue fiel, escribe cosas fastidiosas en la correspondencia con algunos amigos.

-¿Cuál era el efecto del Che sobre las mujeres?

-Caían seducidas. Era bastante mujeriego, tenía éxito con las mujeres. Es imposible encontrar una foto en la que no esté seductor. En la exposición hay una imagen que le sacó la policía mexicana cuando cayó preso, que está tan atractivo como Facundo Arana.

El Che durante un descanso en una de sus incursiones.