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domingo,
20 de
mayo de
2007 |
Newell’s perdió ante San Lorenzo, el gran candidato
Sergio Faletto / Ovación
Los goles no se merecen, se hacen. Los triunfos no se encuentran, se elaboran. Y para ambas cosas se necesita un equipo con marcada jerarquía. Jerarquía que sí tiene San Lorenzo. Pero de la que carece Newell’s. Y es allí donde estuvo la diferencia que le permitió al líder llevarse tres puntos fundamentales para comenzar a familiarizarse con el título. A pesar del enorme esfuerzo que hizo el director técnico rojinegro Pablo Marini para reducir las lógicas distancias de planteles. Pero cuando la brecha técnica es tan grande, difícilmente la táctica pueda salvarla.
Es que el artesanal conjunto de Marini pudo jugar de igual a igual ante el elaborado equipo de la empresa de Ramón Díaz sólo por el ingenio del DT y la vocación de servicio de varios de sus jugadores, pero cuando el producto llega al mostrador la diferencia no se puede disimular, porque los detalles de terminación ganan la demanda.
Un dato alcanza y sobra para trazar el paralelismo entre ambas formaciones: Ramón Díaz incorporó a Cristian Ledesma para prescindir de Claudio Husain. La explicación estuvo dada ayer en el Coloso, porque las actuaciones contrastaron de tal forma que justifican con creces la determinación del entrenador azulgrana.
Pero estos no son los únicos motivos que reflejan el juego de las diferencias. Porque sólo una carencia de recursos justifica el improductivo acompañamiento que tiene un goleador como Oscar Cardozo. Es muy difícil de explicar cómo Newell’s no puede generar de sus inferiores jugadores con algunas cualidades superiores a Arrieta y Cejas, quienes de haber tenido capacidad para definir hubieran hecho eficaz el sistema futbolístico que pergeñó Marini.
Porque ya no importa qué pasó, lo que sí debe preocupar y ocupar a Newell’s es cómo pasó y por qué pasó. Porque lo que ahora importa es el futuro mediato, que inexorablemente viene, y al que deberá buscar con mejores y mayores herramientas para edificar una campaña que aleje definitivamente los fantasmas del promedio.
Lo peor que le puede pasar a Newell’s y su gente es pensar que anoche mereció haber ganado o al menos empatado con San Lorenzo, porque en ese pensamiento estará el más nocivo de los consuelos, y la peor de las excusas para no visualizar que para revertir este presente no sólo alcanza con un técnico que trabaja. También se necesita calidad. Y esto se produce o se compra.
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Cejas se lamenta por lo que no pudo ser.
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