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domingo,
20 de
mayo de
2007 |
Pensó más en el rival
Pablo Marini priorizó el funcionamiento de San Lorenzo y relegó a un segundo plano el andamiaje de Newell's. Por eso armó una línea de cuatro poniendo a Ré como lateral derecho y bajó a Lucero a la posición de marcador de punta izquierdo. Mantuvo en la zaga a Aguirre y Spolli.
El entrenador rojinegro diseñó una red de contención en el medio con Zapata, Husain y Bernardello, y en la segunda línea de volantes los ubicó a Arrieta y Cejas. Tacuara Cardozo fue el único delantero definido. Así se paró Newell's de movida. El DT dejó en evidencia que la preocupación extrema era minar el campo de acción de Rivero, Ledesma, Hirsig y la Gata Fernández, los abastecedores de Silvera y Lavezzi.
La apuesta no sufrió mayores sofocones en la dinámica del trámite, pero cuando fracasó puso a Newell's caminando por la cornisa. Cuando la Gata saltó la valla de piernas que lo perseguían, Silvera rompió el palo izquierdo de Villar. Y cuando Lavezzi le escapó a la persecución, el delantero reventó el travesaño.Es que la facilidad con la que los volantes de San Lorenzo, en especial Ledesma, ocupaban posiciones ofensivas y se retrasaban para volver al punto de partida trastocaba el bloque. Mucho más cuando Marini perdió a una pieza calificada para ese accionar como lo era Bernardello. El aporte de Miramontes estuvo lejos de zurcir el tejido colectivo. l
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