Yo me bajo en la esquina

El allanamiento a la parrilla de Roberto Uzin dejó una serie de anécdotas entre los uniformados que participaron del hecho aquella noche de marzo. Desde entonces, en los pasillos de Jefatura esos comentarios pasaron de boca en boca y se fueron convirtiendo en algo sabido por todos. Así, se cuenta de la decisión de un oficial de alto rango que al llegar con la comitiva a la esquina de Garzón y Pellegrini se mostró sorprendido, dejó a sus pares de lado y retornó a la Jefatura en un taxi.

"El tipo era uno de los tantos que asiduamente participaban de comidas en la parrilla de El Gordo y que sabía lo que ahí pasaba. Cuando la comitiva salió de Jefatura, el iba en un auto conducido por un superior. Dieron varias vueltas por la ciudad con la finalidad de que no se diera cuenta hacia donde iban, pero cuando llegaron a Garzón y Pellegrini se puso muy nervioso y se desbocó.

"Ustedes están locos, yo aquí no entro. ¿Cómo van a allanar la parrilla de El Gordo?", preguntó el oficial a su superior antes de bajarse del auto y despejar la zona a bordo de un taxi con rumbo desconocido.