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domingo,
13 de
mayo de
2007 |
Tres bares históricos renuevan sus estilos
Son íconos de la ciudad y quieren seguir acompañando su crecimiento sin perder la magia
Silvia Carafa / La Capital
Sus mesas guardan palabras y emociones de encuentros, alegrías y nostalgias. En los muros está el registro de miles de miradas, de esperas y despedidas. Los cristales de sus ventanas cómplices conservan el asombro por una llegada o el rostro fugaz de un transeúnte. Los bares son archivos de intangibles que reinscriben a su turno las generaciones y, entre ellos, tres íconos rosarinos modificaron sus ámbitos para seguir acompañando a sus clientes. Augustus y el Café Victoria festejaron el jueves las reformas, y La Buena Medida lo hará dentro de un mes.
Clásicos y con estilo propio, Augustus, Victoria y la Buena Medida lideran tres ochavas que hicieron historia: Córdoba y Corrientes, Presidente Roca y San Lorenzo, y Buenos Aires y Rioja, respectivamente. Ahora sus dueños buscan sostener la vieja magia con trabajos de remodelación apuntando a mantener vivo el espíritu que durante años cautivó a sus frecuentadores.
Dos de los proyectos de cambio, Augustus y Victoria, vienen de la mano de experiencias distintas: la madurez y el entusiasmo. En el primer caso se encuentra Ruperto Roldán que sigue al frente de la antigua empresa familiar de gastronomía. En el segundo, tres amigos, Ignacio y Juan Manuel Neme junto a Nicolás Torno, de 25, 23 y 28 años, se unieron para reabrir el viejo Bar Victoria.
Nombre de emperador
El italiano Silvestre Benedetto abrió el Augustus en 1964 Cinco años después Roldán y su socio Jesús Pérez concesionaron la empresa y la convirtieron en un clásico a base de trato cordial manos expertas detrás de la barra un blend inconfundible de café y materia prima de calidad Acá nunca hubo mentiritas en la elaboración dijo Roldán mientras mostraba una vajilla de virola dorada que es orgullo del lugar
"Es un clásico lugar de encuentro de rosarinos y visitantes que recibió muchas personalidades a lo largo del tiempo", explicaron Pablo Aliendro, yerno de Roldán, y el contador del bar, Raúl Pretto. Clientes y amigos ya celebraron las remodelaciones que incluyen un espacio con "texturas en las paredes, iluminación cálida interior y exterior, y cocina de menúes", entre otras innovaciones de un lugar que recuerda con una placa a uno de sus habitués más entrañables, el pintor Julio Vanzo.
La amistad
"Mis empleados y mis clientes son mis amigos aseguró Roldán que lleva décadas atendiendo rosarinos y turistas en la emblemática esquina La barra y sus tragos los distintos climas que se van sucediendo con las horas del día y una sensación de estar tomando el pulso a la ciudad desde sus ventanales dan al Augustus su perfil particular Mientras las bandejas tradicionales de Oscar Vicente Farías Jorge y Armando se esmeran para que la gente se sienta como en su propio living".
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Fotos
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En 1920 abrió el hoy clásico Victoria.
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