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domingo,
13 de
mayo de
2007 |
Aumento
de sueldos
En estos días es muy común que las autoridades nacionales, provinciales o municipales respondan con enojo a los reclamos de aumentos de sueldo y de otros beneficios. Pero habría que recordarles, aunque suene irónico, que desde 1983 vivimos en democracia ininterrumpida, ya no hay dictadura. Y que los reclamos la mayoría de las veces, si no todas, son justos. Los dirigentes se suelen ufanar por el crecimiento de la recaudación y se los ve inaugurar obras con cierta jactancia. Sin embargo, no deben olvidar que la canasta familiar sigue siendo alta y que los sueldos han quedado rezagados. Recuerden siempre
que esa gente que pide actualizar sus ingresos no es otra que la que va terminar votando o no en las próximas elecciones.
Roberto Feldman
DNI 6.260.061
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