Bariloche, la ciudad de la tecnología

El intendente y empresarios locales visitaron el Invap y el Instituto Balseiro

Patricia Martino / La Capital

Cuando se habla de Bariloche la imaginación remite inmediatamente al turismo y a las bondades que puede deparar uno de los polos de atracción internacional más importantes por sus bellezas naturales, pero muy pocos conocen que detrás de las imponentes cumbres nevadas o las orillas del Nahuel Huapi se desarrolla un polo tecnológico de primer nivel. Entre montañas y pinos emergen el Centro Atómico Bariloche y el Invap, dos instituciones reconocidas a nivel mundial que convierten a la Argentina en uno de los pocos países innovadores en diseño y desarrollo de satélites, radares y reactores nucleares.

Con la intención de construir un vínculo con ambas entidades y generar futuros negocios, la Municipalidad, el Polo Tecnológico de Rosario y la Facultad de Ingeniería armaron las valijas y viajaron al sur para visitar el Invap que desarrolló el SAC-C-el primer satélite totalmente argentino y que hoy en día está en órbita- y el Centro Atómico Bariloche, que cuenta con el reactor nuclear experimental RA6 de componentes totalmente nacional y alberga el reconocido Instituto Balseiro que es pionero en la formación de recursos humanos para el área.

La comitiva estuvo integrada por el intendente Miguel Lisfchitz y por miembros del Polo, su presidente Carlos Cerrutti; el gerente, Guillermo Civetta; y el responsable de la comisión de negocios, Carlos Stizza. Además, participaron David Asteggiano, decano de la Facultad de Ingeniería, y el presidente del Cerider, Alejandro Ceccatto.

Luego de dos días de plena actividad y después de recorrer insólitos laboratorios enclavados en la montaña comenzaron a surgir posibilidades concretas de vinculación entre Rosario y Bariloche. Representantes del Invap visitarán Rosario esta semana en busca de un proveedor de placas multicapas que serán utilizadas para aplicaciones en satélites y radares.


Las candidatas
Como un primer paso, el viernes pasado se les envió las carpetas de las empresas rosarinas que integran el Polo que se dedican a esta actividad. Las candidatas fueron Consultar y BLC.

Además, la Facultad de Ingeniería recibirá a los directivos de la empresa que pertenece al Estado de Río Negro para avanzar en el diseño de una pasantía para que los estudiantes rosarinos realicen prácticas en los laboratorios barilochenses. "Se abre una importante oportunidad para nuestros estudiantes", apuntó Asteggiano.

La Argentina es uno de los pocos países del mundo que cuenta con la tecnología necesaria para desarrollar satélites y radares, y también integra el selecto grupo de naciones con permiso internacional para trabajar con energía atómica porque está demostrado que es con fines pacíficos.

La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) es el organismo nacional cuya función principal es la concreción de investigaciones y desarrollos en todos los aspectos vinculados a la utilización pacífica de la energía nuclear, en pos de una mejor calidad de vida para la sociedad. Para concretar esta tarea la comisión cuenta con diversos laboratorios, talleres, núcleos de investigación y de atención, distribuidos centralmente en tres centros atómicos.

El Centro Atómico Bariloche es una de las instituciones que opera bajo el ala de la CNEA. En sus instalaciones funciona el Instituto Balseiro que se dedica a la formación de recursos humanos en el ámbito nuclear. Además, allí funciona el Reactor Experimental RA6 utilizado por los científicos y por los estudiantes para la investigación y el desarrollo en diversas aplicaciones de la rama nuclear.

En la institución, que fue creada en 1951, trabajan y estudian 575 personas y se dedica a la investigación básica, nuclear, tecnología de materiales, de ciclos de combustibles y capacitación de recursos humanos a través del Balseiro. Durante años el promedio de ingreso anual estuvo fijado en 30 alumnos, pero a raíz del impulso que tomó la política nuclear el año pasado se prevé ampliar el cupo.

"No había requerimientos de mano de obra y la mayoría de los graduados se iban a trabajar al exterior, ahora todo se revirtió y si tenemos 100 ingresantes nos dan 100 becas", indicó el rosarino Edgardo Isnardi, coordinador general del Centro Atómico Bariloche.


Energía
La política nuclear volvió a ser estratégica para el país, sobre todo en lo que respecta a la generación de energía por este medio y los planes a futuro lo confirman. En los próximos meses los profesionales del centro trabajarán en la ampliación del reactor de Atucha II que de una producción de 25 mw pasará a 300 mw.

La posibilidad de desarrollos que abre la utilización de energía atómica en el país despabiló al Centro Atómico Bariloche que estaba un tanto aletargado por la escasa aplicación de sus descubrimientos e investigaciones.

Isnardi mencionó que todo debe volver a funcionar porque "se forma parte de los países autorizados a tener plantas que funcionen con uranio enriquecido pero éste es un derecho que los grandes quieren reducir y pueden dejarnos afuera".

El reactor RA6, que se construyó en 1982 con partes 100% argentinas, pasará de 500 kw a 3 mw a mediados de junio y se convertirá en multipropósito, lo cual lo habilita a realizar varias tareas a la vez.

Además, de utilizarse en educación, investigación y servicios para industrias el reactor está siendo utilizado en salud. Se están realizando una etapa experimental de una terapia de cáncer que afecte a la piel, cuello, tiroides e hígado.

"No se trata de una idea innovadora porque también es estudiada en Estados Unidos, Japón, Finlandia y Holanda pero en el país hay grandes avances", explicó Osvaldo Calzetta, jefe del reactor.

El Invap, que cuenta con más de 600 empleados y es la empresa con más trabajadores luego del hotel Llao Llao, es otro de los lugares de Bariloche donde materia gris abunda. Su actividad lo confirma: se dedica al diseño, desarrollo y construcción de reactores nucleares, equipamiento y automatización industrial, aplicaciones para la industria médica y recientemente incorporó el área espacial.

Héctor Otheguy, gerente general, contó que el 80% del personal de la planta permanente del Invap está compuesta por profesionales y técnicos. También mencionó que sus ventas anuales oscilan entre los 30 y 60 millones de dólares y tiene subsidiarias en Estados Unidos y Brasil y agencias en Australia, Egipto y Venezuela.

Gracias a su fuerte vinculación internacional en el 2000 logró la adjudicación de la licitación para construir un reactor nuclear en Australia, después de haber dirigido la puesta en marcha de reactores en Egipto, Argelia y Perú. El 18 de abril se inaugura el proyecto que demandó una inversión de 180 millones de dólares y Otheguy estará presente.

Ricardo Sagarzazu, gerente de comercialización exterior, explicó que "en el proyecto de Australia el Invap tuvo ventaja porque al ser una empresa más chica que sus competidoras le presta más atención a los detalles y se ajusta más a los requerimientos".


Amigos de la Nasa
En el área de tecnología espacial el Invap es la única empresa del país calificada por la Nasa como capacitada para concretar proyectos en esa temática. Para la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) ya fabricó los satélites SAC-A, SAC-B y SAC-C. Este último fue puesto en órbita por Estados Unidos en noviembre de 2000 e integra la constelación de observación terrestre junto a otros tres satélites de la Nasa.

El reactor nuclear que el Invap construyó para Australia.