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sábado,
10 de
marzo de
2007 |
Autonomía moral con aporte del Estado
Guillermo Villarreal
La Iglesia Católica afirma que es falsa la creencia de que es mantenida por el Estado y que tampoco es rica como piensa la gente, por eso apeló a una campaña que, además de recaudar, busca concientizar a los fieles sobre la necesidad de colaborar con la obra evangelizadora.
La iniciativa forma parte de un plan integral cuyo objetivo es -se asegura en el Episcopado- producir un cambio de mentalidad y no implica, de momento, renunciar al dinero que recibe en cumplimiento del artículo 2 de la Constitución nacional, que obliga al Estado a financiar el culto católico que dice profesar la mayoría de los argentinos.
Muchos obispos consideran que "todavía no es oportuno" y unos pocos que estiman que al hacerlo se ganaría "autonomía moral" e "independencia".
Los prelados certifican con documentación que reciben apenas el 0,021 por ciento del Presupuesto nacional, que equivale a unos 13 millones de pesos anuales. Ingreso que, al decir eclesiástico, significa "tan sólo" el 7 por ciento del presupuesto que maneja el Episcopado y que se destina a la asignación para los obispos -equivalente al 80 por ciento de la remuneración de un juez de primera instancia-, a solventar estudios de seminarios (250 pesos mensuales) y a pagar jubilaciones de unos 70 sacerdotes retirados, a razón de 260 pesos por beneficiario.
Son históricas las disputas con los gobiernos, ya que registró atrasos de hasta seis meses que Néstor Kirchner puso al día al llegar al gobierno, a pesar del enfrentamiento por el caso del obispo castrense, monseñor Antonio Baseotto.
La Casa Rosada propicia, sin embargo, leyes para modificar el actual status constitucional y promover que sean los fieles quienes solventen el culto.
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