Kirchner abrió el año legislativo y celebró logros "de los argentinos"

Dijo que "estamos saliendo del infierno e ingresando al purgatorio"

Rodolfo Montes / La Capital

Con un discurso de 140 minutos, que incluyó una veintena de inserciones fuera del libreto escrito, el presidente Néstor Kirchner abrió ayer el 125º período de sesiones en el Congreso de la Nación. Repasó los datos económicos de tendencia positiva que hoy la Argentina puede exhibir -"estamos saliendo del infierno e ingresando al purgatorio", afirmó- y redobló el compromiso con un programa independiente de los organismos de crédito internacional y contrario a la lógica neoliberal dominante en los •90, aunque sin definir líneas precisas de acción política futura. Hubo, además, varios desafíos a "la oposición sistemática y sin propuesta", así como profusión de ironías para con los analistas económicos que predijeron catástrofes que no ocurrieron", y para "los que critican alegremente y no resisten ningún archivo".

El recinto del Congreso lucía casi completo 15 minutos después de mediodía cuando el presidente, algo incómodo con una molestia en uno de sus ojos, inició la lectura de 41 carrillas que ocupó su discurso. Entre unas pocas ausencias, se notó la de Elisa Carrió entre los diputados, la de Carlos Reutemann entre los senadores, y la de más de una decena de gobernadores, entre ellos Jorge Obeid quien por "razones climáticas", dijo uno de sus colaboradores, no habría podido abordar el avión.

Los legisladores rosarinos de todos los bloques, en cambio, estuvieron allí, entre otros Alberto Beccani (UCR), Agustín Rossi (FPV), Hermes Binner, Alicia Augsburger y Eduardo Di Pollina por el PS, y los senadores Roxana Latorre y Rubén Giustiniani.


Dardos improvisados
Ante la atenta mirada de su esposa la senadora Cristina Fernández con un vestido ajustado color crudo Kirchner se salió de la monótona lectura sistemáticamente para improvisar comentarios opiniones ironías y hasta alusiones directas a algunos de los presentes Mauricio Macri aunque sin nombrarlo

"Resulta que ahora a algunos les importa mucho la pobreza", disparó, en obvia referencia a la escenografía de lanzamiento de la candidatura a jefe de Gobierno porteño del presidente de Boca junto a una niña pobre en medio de un basural irregular en la zona sur de Capital.

"Seguiremos siendo heterodoxos", aseguró el presidente. Y con un estilo algo extraño a los códigos tradicionales del Congreso de la Nación, hizo uso de una mítica expresión olmediana: "¡De acá!, vamos a hacer un acuerdo con el FMI". Se refería a la negociación con el Club de París para saldar una deuda con España heredada de los tiempos del "blindaje financiero".

Con la evocación al genial humorista rosarino, Kirchner arrancó uno de los 27 aplausos que fluyeron desde la platea a lo largo de las dos horas y veinte minutos.

"La Argentina tiene una gran oportunidad", apeló Kirchner en el último tramo de su discurso. "Tenemos que superar los agravios, convivir entre quienes pensamos diferente, pero a los que escriben cosas que no tienen que ver con la realidad les pido responsabilidad, porque no les tenemos miedo", resumió.

"Seguiremos siendo heterodoxos", aseguró el presidente.