Cristina regresó al país tras su visita a Francia

El gobierno hizo un "balance positivo". Negaron que se haya buscado instalarla como candidata

La senadora Cristina Fernández de Kirchner regresó ayer a Buenos Aires luego de su visita oficial de una semana en París, a la que fuentes del gobierno evaluaron como "positiva", a la vez que desestimaron las críticas de la oposición (ver aparte).

La senadora, quien representó al gobierno nacional en la firma de la Convención Internacional contra la Desaparición Forzada de Personas y se reunió con buena parte de la dirigencia política francesa, arribó a Ezeiza a las 8, a bordo de un avión de Air France.

Según confirmaron fuentes del gobierno, Cristina se dirigió directamente del aeropuerto a la residencia de Olivos, donde tenía previsto pasar un fin de semana de descanso junto al presidente Néstor Kirchner y su hija Florencia.


Agenda cumplida
Hacemos un balance positivo de la gira porque se cumplió la agenda que se había estipulado firmó la convención sobre derechos humanos de la que Argentina fue promotora recibió el reconocimiento de todos y además se reunió con el actual y con el futuro poder político de Francia dijeron fuentes cercanas a la senadora

En ese marco, desde el oficialismo relativizaron las críticas que lanzaron dirigentes vinculados al candidato presidencial opositor, Roberto Lavagna, y Mauricio Macri. "Lo importante fue la firma de la convención y que se cumplió con la agenda estipulada", remarcaron desde el oficialismo.

A su vez, evitaron "responder a las repercusiones que tuvo la gira acá", porque insistieron, tal como dijo la senadora, que "no fue un viaje para instalarla" como candidata, y "hacer eso sería darle entidad a las críticas".

Según la opinión de algunos analistas, la gira sirvió para mostrar la figura política de Cristina en la escena internacional, en momentos en que el gobierno mantiene la incertidumbre sobre si será "pingüino o pingüina" quien encabezará la fórmula en las elecciones generales de octubre, anuncio que no se conocería hasta julio.

Cristina se reunió con dirigentes de la oposición y el líder de la derecha Nicolas Sarkozy.