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domingo,
11 de
febrero de
2007 |
El cabello luego de las vacaciones
Tanto el cabello como la piel, sufren las agresiones del sol. Los rayos UV provocan oxidación que se acentúa por el efecto del agua, como consecuencia de ello, el color cambia y pierde su intensidad.
Durante el verano, el cabello pierde sus defensas naturales, se debilita, se fragiliza, se vuelve áspero, quebradizo y más difícil de peinar. Los salones de peluquería poseen hoy recursos para rehabilitarlo eficazmente a base de cremas ácidas esenciales, vitamina E antioxidante, baños de vapor y masajes manuales. Estos facilitan la penetración de los productos reforzándolo y mejorando sus defensas naturales (resistencia, flexibilidad y permeabilidad).
Lo que se aconseja, antes de la exposición al sol, es utilizar pantallas protectoras capilares, y si se usan cremas humectantes nutritivas, colocarlas antes de entrar al agua del mar o la pileta, y evitar cremas de enjuagues porque lo deteriora debido a su poder desenredante instantáneo.
También se recomienda secar el pelo naturalmente para lograr un buen efecto; sólo con un buen corte se puede lograr. Si el color o los reflejos están descoloridos, el estilista aconsejará la tonalidad más conveniente.
Una opción es usar tono sobre tono, sin oxidante ni amoníaco, evitando usar tinturas comunes.
La propuesta es vivir el verano con un estilo único, irrepetiible y personal.
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