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domingo,
11 de
febrero de
2007 |
La reapertura
de un sanatorio
He oído, leído y visto miles de noticias de empleados estafados por empresas privadas; fotos que parecían sensacionalistas por mostrar trabajadores con ollas populares y carpas, o bien siendo reprimidos por usurpar una propiedad privada en la cual trabajan. Las veía como una noticia más, y me he quejado y hasta protestado por los cortes de calles dado que eso ocasionaba que llegara tarde a mi trabajo. ¿Pero saben qué?: hoy estoy de ese lado. Trabajamos, algunos desde hace más de treinta años, en el edificio de Presidente Roca 2450, lo que fue el Policlínico Ferroviario, que como el resto de los policlínicos del país fue vendido en este caso a la empresa Sirena SA, convirtiéndose en el Sanatorio del Litoral. Esta firma desapareció. Increíble, pero todos sus miembros renunciaron, y desconocemos si hay otros porque la empresa es originaria de Buenos Aires. En septiembre pasado evacuaron a todos los pacientes del sanatorio, y quedó vacío. Desde esa fecha los empleados seguimos concurriendo a cuidar las instalaciones. Según la Unión Ferroviaria, que es el gremio que nos representa, se están haciendo tratativas para la venta del sanatorio y nos prometen que los nuevos dueños se harán cargo de nosotros. Pero llevamos esperando siete largos meses sin obtener ningún tipo de ingreso económico. No deseamos dar lástima ni nada que se le parezca, es sólo tratar de concientizar que hechos de esta magnitud no deberían ser permitidos por la Justicia. Hace unos días leí un título que decía “El Clemente Alvarez está saturado de pacientes”, y me sonreí por no llorar. Nuestro sanatorio posee ocho pisos con 200 camas vacías y cien empleados ávidos de trabajo.
Liliana Soria, DNI 17.849.377
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