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| jueves,
01 de
febrero de
2007 |
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Charlas en el Café del Bajo
-He sostenido que la Iglesia-institución se quedó en "un pasado".
-¿Cuál pasado?
-Fíjese, Inocencio, que las divisiones de los primeros cristianos comenzaron sobre un hecho particular: ¿quién fue Jesús? En el Concilio de Nicea se consideró la cuestión que dividía a los primeros líderes: arrianistas, ortodoxos romanistas, etcétera. Unos decían que era el hijo de Dios, coeterno con El, otros que no debía concedérsele tal excesiva dignidad. Pocos en realidad consideraban qué cosa había dicho Jesús (magisterio) y qué connotación tenían esas profundísimas reflexiones (jamás del todo bien explicadas) para el ser humano en lo individual y en lo colectivo. Desde ese mismo momento se inclinó la balanza de la Buena Nueva (Evangelio) para el más allá, pero a veces se olvidaron nuestros queridos líderes que también Jesús habló para "el menos allá y bien acá". Yo creo no es lo mismo Jesús por vía de Santiago, que Jesús por la institución orientada por el imperio romano que nace con el emperador Constantino a instancias de su madre, por ejemplo. Tengo una visión de esta cuestión que puede ser equivocada, lo acepto: la Iglesia-institución se romanizó, abdicó de su fuente judaica en muchos aspectos (el otro acento en el interés por el destino del hombre en el orden temporal). Quiero decir algo que me parece no poco importante: la Iglesia-institución ensalzó al Verbo, pero se olvidó muchas veces del Verbo-maestro-hecho carne, ese Verbo que enseñó que la pena puede vencerse, que el poder de la mente (fe) puede lograr propósitos asombrosos y que la paz interior no es una utopía. Un simple ejemplo: dice Jesús: "En el mundo tendrán que sufrir, pero "tengan valor" porque "Yo", he vencido al mundo". ¿Acaso todos los teólogos y religiosos han definido de manera total el significado de este "valor" y de este "Yo"? Lo dudo, y humildemente lo digo. Creo que en general no han considerado que en ese "Yo" se encuentran también "sus principios, en formas de consejo o parábolas, como gracia concedida para una vida digna, justa y en paz". Este Jesús no difiere en absoluto de aquel Moisés que transmite a su pueblo: "cumple con estas leyes para que te vaya bien sobre la tierra". Pero seguiré con esto más adelante.
-Siga con la carta de Eva.
-Sigue diciendo la lectora: "Hace poco más de un mes, una amiga con la que llevo 30 años de amistad, y la cual comparte conmigo sus valores y creencias religiosas impartidas en nuestras familias y en el colegio religioso al que asistimos desde los 5 hasta los 18 años, se separó de su novio y está pasando por una depresión por ese hecho". Añade que la joven asiste ahora a un grupo de jóvenes de una Iglesia evangélica, "pues esto la hace sentir contenida y necesita ese apoyo espiritual que en la Iglesia católica por estos tiempos parece estar ausente. Este es un tema que me preocupa, pues más allá de que Dios es uno solo, como se suele decir, considero que este alejamiento de una confesión religiosa para acercarse a otra se lleva a cabo, en la mayoría de los casos, no por convencimiento propio, sino por el simple hecho de estar vulnerables emocionalmente en un momento de nuestras vidas y necesitar esa ansiada contención que a veces se busca equivocadamente en psicólogos y psiquiatras cuya misión es distinta". Mañana seguimos
Candi II
-He sostenido que la Iglesia-institución se quedó en "un pasado".
-¿Cuál pasado?
-Fíjese, Inocencio, que las divisiones de los primeros cristianos comenzaron sobre un hecho particular: ¿quién fue Jesús? En el Concilio de Nicea se consideró la cuestión que dividía a los primeros líderes: arrianistas, ortodoxos romanistas, etcétera. Unos decían que era el hijo de Dios, coeterno con El, otros que no debía concedérsele tal excesiva dignidad. Pocos en realidad consideraban qué cosa había dicho Jesús (magisterio) y qué connotación tenían esas profundísimas reflexiones (jamás del todo bien explicadas) para el ser humano en lo individual y en lo colectivo. Desde ese mismo momento se inclinó la balanza de la Buena Nueva (Evangelio) para el más allá, pero a veces se olvidaron nuestros queridos líderes que también Jesús habló para "el menos allá y bien acá". Yo creo no es lo mismo Jesús por vía de Santiago, que Jesús por la institución orientada por el imperio romano que nace con el emperador Constantino a instancias de su madre, por ejemplo. Tengo una visión de esta cuestión que puede ser equivocada, lo acepto: la Iglesia-institución se romanizó, abdicó de su fuente judaica en muchos aspectos (el otro acento en el interés por el destino del hombre en el orden temporal). Quiero decir algo que me parece no poco importante: la Iglesia-institución ensalzó al Verbo, pero se olvidó muchas veces del Verbo-maestro-hecho carne, ese Verbo que enseñó que la pena puede vencerse, que el poder de la mente (fe) puede lograr propósitos asombrosos y que la paz interior no es una utopía. Un simple ejemplo: dice Jesús: "En el mundo tendrán que sufrir, pero "tengan valor" porque "Yo", he vencido al mundo". ¿Acaso todos los teólogos y religiosos han definido de manera total el significado de este "valor" y de este "Yo"? Lo dudo, y humildemente lo digo. Creo que en general no han considerado que en ese "Yo" se encuentran también "sus principios, en formas de consejo o parábolas, como gracia concedida para una vida digna, justa y en paz". Este Jesús no difiere en absoluto de aquel Moisés que transmite a su pueblo: "cumple con estas leyes para que te vaya bien sobre la tierra". Pero seguiré con esto más adelante.
-Siga con la carta de Eva.
-Sigue diciendo la lectora: "Hace poco más de un mes, una amiga con la que llevo 30 años de amistad, y la cual comparte conmigo sus valores y creencias religiosas impartidas en nuestras familias y en el colegio religioso al que asistimos desde los 5 hasta los 18 años, se separó de su novio y está pasando por una depresión por ese hecho". Añade que la joven asiste ahora a un grupo de jóvenes de una Iglesia evangélica, "pues esto la hace sentir contenida y necesita ese apoyo espiritual que en la Iglesia católica por estos tiempos parece estar ausente. Este es un tema que me preocupa, pues más allá de que Dios es uno solo, como se suele decir, considero que este alejamiento de una confesión religiosa para acercarse a otra se lleva a cabo, en la mayoría de los casos, no por convencimiento propio, sino por el simple hecho de estar vulnerables emocionalmente en un momento de nuestras vidas y necesitar esa ansiada contención que a veces se busca equivocadamente en psicólogos y psiquiatras cuya misión es distinta". Mañana seguimos
Candi II |
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| ¿Cree que hay que prohibir las paradas de taxis “exclusivas”?
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"Tenemos coincidencias con Carrió; se ha establecido un diálogo con ella".
Hermes Binner
Precandidato a gobernador (PS)
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