La muerte violenta de Saddam no es la excepción en la historia de Irak

En 1958 un golpe terminó con la monarquía y las vidas del rey, su premier y su heredero

Claudia Parsons

Bagdad. - Cuando a Ali Mohammed lo despertaron los disparos que celebraban la ejecución del dictador Saddam Hussein, pensó sobre las lecciones de historia en su país, donde los gobernantes tienden a no morir silenciosamente en sus lechos.

"Cuando me di cuenta de que Saddam había sido ejecutado me sentí muy feliz", dice el estudiante de 25 años de la ciudad sureña de Diwaniya. "Empecé a mirar televisión y se me ocurrió que cada presidente en Irak termina ejecutado o asesinado. Y eso me parece perturbador", agrega.

Incluso en una región donde el poder raramente cambia de mano por medio de elecciones, Irak ha demostrado ser un lugar peligroso para gobernar. Antiguamente parte del imperio otomano, Irak fue creado como un Estado por la Gran Bretaña imperial después de la Primera Guerra Mundial y gobernado por monarcas hasta un golpe militar en 1958, cuando el rey, el heredero a la corona y el primer ministro fueron asesinados.


Sucesión de crímenes
El mismo hombre que perpetró ese golpe el brigadier Abdul-Karim Kassem fue derrocado y asesinado en 1963 El próximo presidente murió en un accidente aéreo y fue sucedido por su hermano quien se exilió después de un golpe en 1968 llevado a cabo por el partido Baath

El presidente Ahmed Hassan Al Bakr, quien renunció en 1979 cuando Saddam oficialmente se convirtió en presidente, formalizando el poder del que ya se había apoderado, murió en circunstancias poco claras tres años más tarde, dando lugar a la especulación de que su sucesor lo había envenenado.

"Si piensas en los años 1958, 1968 y 1979, ahora puedes agregar el 2006 a la lista: un espectáculo judicial propagandístico, una rápida ejecución y una afirmación de que esto marca un hito en la historia iraquí", comenta Toby Dodge, un experto en Irak de la Universidad Queen Mary de Londres.

Saddam tenía un conocimiento personal de los asesinos. De joven había disparado a Kassem en 1959, en un frustrado intento por matar al líder de ese momento. Como presidente, Saddam tomó elaboradas precauciones, incluyendo el uso de dobles. Los crímenes por los que fue ejecutado eran represalias por un fallido intento de asesinato en 1982.


Un país maldito
El comerciante Atheer Abdullah de 43 años comenta que Irak que cuenta con las terceras mayores reservas de petróleo del mundo y dos grandes ríos debería ser un país próspero pero que ha desperdiciado sus riquezas naturales Es un país maldito con una historia maldita señaló mientras esperaba en el aeropuerto de Bagdad para volar a Jordania donde ahora vive Es un país en donde dos tercios de la población huye con cada cambio de régimen y el resto está en prisión o muerto o viviendo en la miseria agregó

El primer ministro, Nuri al-Maliki, ha visto su frágil autoridad mejorar entre sus pares shiítas tras forzar la ejecución de Saddam, sólo cuatro días después de que la corte de apelaciones confirmara su condena por el asesinato y tortura de opositores de esa facción musulmana.

Pero muchos árabes sunitas y el equipo de defensa de Saddam han acusado a Maliki de interferir políticamente en el juicio, el cual fue tildado de injusto por grupos internacionales de derechos humanos.

Las pasiones sectarias que han empujado a Irak hacia la guerra civil desde que las tropas estadounidenses derrocaran a Saddam en 2003 podrían avivarse aún más por los videos difundidos en internet que muestran a los verdugos shiítas burlándose de él mientras esperaba ser ahorcado.


Lógica brutal
Dodge señala que la transmisión de la ejecución se ajusta a una lógica brutal que el mismo Saddam Hussein usó Esto ni siquiera es la justicia de los vencedores este es el escabroso trabajo de un gobierno inseguro

Mientras quienes lo apoyan desde Estados Unidos están perdiendo la paciencia, Maliki ha descartado la especulación pública de un golpe y dijo que sería una locura reemplazarlo.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha dicho que la invasión a Irak es parte de un objetivo mayor por llevar la democracia a Medio Oriente y acogió las elecciones de 2005 como el comienzo de una nueva era.

Pero según cifras de Naciones Unidas, más de 3.000 civiles están muriendo al mes en la imparable espiral de violencia sectaria entre sunitas y shiítas. Algunos de los que hacían duelo en la tumba de Saddam prometieron venganza.

El video de la ejecución causó un poco de incomodidad incluso en lugares como Arbil, una ciudad kurda cuya población, durante mucho tiempo oprimida y atacada por Saddam, tenía todas las razones para celebrar.

"Mostraba que todavía tenemos una cultura de la venganza en Irak", dice Sara Baban, de 35 años. "Nos trajo a la mente las imágenes de las ejecuciones de funcionarios iraquíes en años pasados".

En Basora los shiítas celebraron la muerte de su antiguo opresor con una farsa de su ejecución.