Año CXXXVII Nº 49347
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 31/12
Mujer 31/12
Economía 31/12
Señales 31/12
Educación 30/12
La Escuela en Foco 30/12
Autos 28/12
Salud 27/12
Página Solidaria 27/12
Estilo 16/12

contacto

servicios
Institucional

 domingo, 07 de enero de 2007  
Vacaciones: cómo adaptarse a los cambios

La temporada de verano ya arrancó y todo hace prever que los próximos meses serán difíciles de sobrellevar en el cemento. Por esa razón, quienes pueden disfrutar de unos días de vacaciones aprovechan, arman sus valijas, juntan a la familia o a los amigos y parten hacia sus destinos de verano.

Si bien lo más importante, tanto para los adultos como para los más chicos, es la posibilidad de disfrutar plenamente del ocio, de realizar actividades sin estar atados a horarios y de pasar más tiempo en familia, el cambio de rutinas puede generar algunos desajustes debido, principalmente, a que los niños no están acostumbrados a tener tanto tiempo libre y los padres a tenerlos todo el día en la casa. Por eso, consensuar en familia alternativas para la época de receso escolar es la primera recomendación.

Cuidar los hábitos

Durante las vacaciones hay que coordinar los deseos de cada miembro de la familia. Una vez que la familia decidió qué es lo que quiere hacer cada uno, de qué manera debe llevarse adelante la convivencia y cuál es el plan inicial, hay que empezar a cuidar los hábitos que, sin lugar a dudas, también se modifican.

"Una de las cosas más importantes a las que hay que prestarle atención es a la alimentación. Tanto los padres como los chicos deben optar por ingerir alimentos livianos y frescos, evitando los hipercalóricos y ricos en grasas o azúcares. La mejor opción son las frutas y verduras que permiten saciarse favoreciendo la hidratación", explicó la doctora María Varas, médica pediatra, jefa de la división Pediatría del Hospital Alvarez.

Este punto adquiere especial relevancia si se tiene en cuenta que aprovechando el receso laboral y escolar muchas personas optan por realizar ejercicios físicos que implican una gran exigencia. En este sentido, de acuerdo con lo expresado por el doctor Norberto Debbag, médico cardiólogo especialista en deportología, "la práctica de ejercicio es recomendable pero siempre debe adaptarse a la edad, las condiciones físicas y el estado nutricional de cada uno".

Actividad física

El mejor ejercicio es el de tipo aeróbico como correr, nadar, o hacer bicicleta, así como también las actividades grupales en el caso de los niños. No es aconsejable hacer ejercicios después de comer, dado que es importante respetar el tiempo de la digestión que debe ser realizada preferentemente en lugares frescos.

Cabe destacar la importancia de realizarse un chequeo antes de salir de vacaciones para saber si todo está en orden y, en caso que se trate de personas desacostumbradas a la exigencia física, es recomendable empezar de a poco evitando las horas en las que el sol pega más fuerte.

Los niños presentan mayores probabilidades de deshidratarse, por eso, la ingesta de líquidos, en pequeñas cantidades, deber ser constante mientras dure la exposición al sol o se encuentren realizando deportes.

"Es importante que los chicos todo el tiempo tomen líquido. Para los que son más reacios, una buena opción en la playa es ofrecerles que se compren licuados o helados de agua, sobre todo si están haciendo mucha actividad. Sin embargo, este tema también debe ser considerado porque si bien hay que procurar evitar que por estar de vacaciones, los chicos estén todo el tiempo en la computadora o frente al televisor, también es bueno que disfruten del aire libre o de estar panza arriba sin hacer nada dado que el desgaste producido durante la época escolar no es poco.

Invitar a dos o tres amigos y armar una rutina de actividades puede ser una buena elección por parte de los padres, indicó el doctor Diego Montes de Oca, médico pediatra del Centro Pediátrico y asesor del sitio web tvcrecer.com.

El traslado

Organizar cada detalle para que el desplazamiento de un lugar a otro transcurra normalmente no es un tema menor. El viaje hacia el destino también forma parte de las vacaciones y por eso hay que intentar que cada miembro de la familia lo pase lo mejor posible.

"Si se viaja en auto, el conductor tiene que estar bien descansado, no haber comido copiosamente ni haber bebido alcohol en las horas previas. Asimismo, deben respetarse las recomendaciones para viajar con bebés y niños pequeños utilizando butacas fijas correctamente colocadas en el asiento trasero con cinturón de seguridad. En caso que el viaje sea largo, es conveniente hacer paradas para descansar, comer liviano, tomar líquidos y que los chicos jueguen y corran un rato", destacó la doctora Varas.

En caso que el destino sea el exterior, hay que tomar determinadas precauciones especiales, como por ejemplo, visitar el médico para saber si es necesario ponerse alguna vacuna (dependiendo del país que se visite), no consumir alimentos de dudosa elaboración, tomar solamente agua potable y evitar los grifos en los que se señale expresamente un peligro, no bañarse en aguas con peligro de contaminación y prevenir las picaduras de insectos.

La alimentación

Según lo expresado por el doctor Montes de Oca, no es frecuente que se produzcan intoxicaciones como consecuencia del cambio de alimentación. "Por el contrario, algunos chicos que durante el año comen en comedores del colegio o se llevan viandas, tienen, durante el verano, el privilegio de disfrutar de una comida casera. Esto genera que, a pesar de comer más sándwiches que a esta altura son un clásico de la playa, ingieran alimentos sanos y seguros".

"Hay que ocuparse de observar especialmente aquellos alimentos que se compran. Entre los que presentan más posibilidad de presentar alteraciones se encuentran los lácteos, el huevo, las cremas, la mayonesa y helados", postuló el doctor Debbag.

Para los más chiquitos

En el caso de los más chiquitos, es importante mantener la rutina de sueño y alimentación, especialmente si se lleva a cabo mediante leche materna. También es importante cuidar a los bebés de los golpes de calor evitando sobreabrigarlos y ventilando el ambiente en que duermen. Las picaduras se previenen a partir de la colocación de productos repelentes en crema o bien mediante la utilización de redes o tules.

"Los niños que padecen enfermedades respiratorias como el asma, pueden sufrir, debido al clima de la costa, algún episodio de broncoespasmo. Por eso es importante conocer cuáles son las primeras medidas a tomar en estos casos para poder actuar con tranquilidad hasta llegar a la consulta con el medico. Para estos u otros contratiempos es bueno llevarnos direcciones o teléfonos de atención medica del lugar al que vamos", concluyó la doctora Varas.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto


Notas Relacionadas
Tiempo para disfrutar




  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados