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 domingo, 07 de enero de 2007  
Consumo
Zuccardi: "Los rosarinos son consumidores agudos"
El director de la bodega Familia Zuccardi explicó que en la ciudad se cuida mucho la relación precio/calidad

"Se llama Julia pero no es santa", bromeó José Alberto Zuccardi, el hombre que tomó el nombre de su hija para identificar a la línea de vinos que son el emblema de la bodega que lleva su apellido. La empresa, cuya estrategia de posicionamiento en el mercado arrancó puertas afuera para luego consolidarse en el mercado interno a medida que se fueron modificando los hábitos de consumo de los argentinos, está abocada al desarrollo de un flamante producto en base a la incorporación al país de 35 nuevas variedades hasta ahora no desarrolladas en la Argentina.

Convencido de que el consumidor argentino es la mejor vara para medir la calidad, en función de la exigencia de su paladar, el director de la bodega Familia Zuccardi identificó al rosarino por su "agudeza" y la búsqueda de una "equilibrada relación entre calidad y precio".

"El rosarino es un buen consumidor porque aprecia la calidad pero le interesa una buena relación con el precio y esto coincide con la filosofía de la bodega", explicó.

Por otra parte, calificó a la ciudad como "un mercado interesante, con capacidad de apreciación".

Este sello no sólo es propio de los paladares locales. Según explicó Zuccardi, "no se puede hacer una diferenciación entre consumidores del mercado interno y externo" y consideró que esa es una fortaleza de la Argentina. "Otros países del denominado Nuevo Mundo (en el mercado vitivinícola) como Chile, Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica producen vinos sólo para exportar y nosotros tenemos un mercado muy potente y podemos decir que el vino es la bebida nacional".


Estrategia de mercado
La apreciación surge de una empresa que primero arrancó con fuerza ganando terreno en el exterior para luego consolidarse en el mercado doméstico y actualmente cuenta con viñedos en Maipú y Santa Rosa (Mendoza). "Mi padre que es ingeniero civil se inició elaborando sistemas de riego para mejorar el uso del agua en Mendoza, en 1963 decidió hacer un viñedo para mostrar cómo funcionaba este método y a partir de 1991 decidimos mirar al mercado internacional porque tuvimos la visión de observar cómo Argentina se insertaría en el mundo en el futuro próximo y orientamos toda nuestra estrategia hacia eso", explicó.

Eso "nos permitió varios años después volver al mercado argentino y ganar el tiempo para desarrollar el establecimiento de la marca", dijo.

Pero esta fórmula para encarar el negocio también incluyó un proceso de modernización de la producción que la bodega inició en la década del 80. "En esos años comenzamos con la reconversión de los viñedos y en los 90 ya estábamos trabajando con las variedades adecuadas y habíamos desarrollado la tecnología para nuevos tipos de vinos, los varietales, más frutados, que expresan la característica de la variedad", explicó Zuccardi.

Según indicó el empresario, en la década pasada "los argentinos descubrieron que había un estilo de vinos modernos, que no eran habituales en el país pero que satisfacían sus necesidades y se produjo una revolución".

Así, el país pasó de exportar el 1 por ciento de su producción hace diez años hasta llegar hoy al 18% de la misma.

"Es una industria que creció sobre la base de un mercado interno sólido, que también creció. Hoy el consumidor argentino es tan exigente como el de cualquier país desarrollado e incluso se modificaron los gustos y hubo una incorporación de los jóvenes al mundo del vino", explicó Zuccardi.

A la hora de encarar el proceso de modernización Familia Zuccardi siguió el camino de las escuelas de los vinos del Nuevo Mundo, las tendencias desarrolladas en regiones como California (Estados Unidos) o países como Australia o Nueva Zelanda que van a un estilo de vino que expresan la fruta de la variedad. "Orientamos nuestro trabajo desde el viñedo y lo fundamental fue mejorar el cultivo y la calidad de la producción, ya que finalmente el vino es la expresión de lo que el viñedo produce, es un producto natural y la calidad está en las uvas que dan origen al proceso", explicó el empresario mendocino.

Además, Zuccardi señaló que trabajan en la incorporación de nuevas variedades (marsanne, verdelho, grenache, touriga nacional o carmenere)para producir una nueva línea de vinos de partidas limitadas.
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Del mercado exterior al interno, el camino que recorrió la firma.

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