Kirchner acusó a paramilitares “mafiosos” que piden amnistía

Néstor Kirchner utilizó ayer por segunda vez la cadena nacional para enviar un mensaje a militares que, según el presidente, presionan al gobierno en busca de una “amnistía” que ponga fin a casi un millar de juicios por la represión ilegal, reactivados tras la derogación de las leyes de punto final y obediencia debida.

  Según Kirchner, la desaparición de Jorge López y la ausencia de Luis Gerez, quien fue encontrado anoche, serían producto de quienes “reclaman imponer una amnistía, como manifestaron en la plaza San Martín” en mayo pasado.

  “Sepan todos que este presidente no avalará que se dicte ningún tipo de ley de amnistía”, advirtió. Unas afirmaciones que buscaron marcar distancia de las concesiones otorgadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín.

  Kirchner advirtió que “no avalará ninguna ley de amnistía” que consagre el accionar de “paramilitares y parapoliciales mafiosos” y reclamó “celeridad a la Justicia” para avanzar con los procesos sobre violaciones a los derechos humanos.

  En un inusual mensaje por la red de radio y televisión, el jefe del Estado se refirió a la desaparición de Gerez y a la intencionalidad de sus autores. Y vinculó el caso del militante kirchnerista de Escobar con el de López.

  Kirchner aseguró que su gobierno no permitirá “ceder ante la extorsión y que paren los juicios”, al tiempo que reclamó “celeridad a la Justicia” para que “los asesinos estén donde deben estar: en cárceles comunes”.

  Lo cierto es que Kirchner no sólo ratificó su política contra las violaciones de los derechos humanos sino que pidió a los testigos que deben declarar en los juicios “que acepten la protección que queremos brindarles para evitar otras heridas a nuestro pueblo”.

  El primer mandatario consideró que “las Fuerzas Armadas y de seguridad deben recorrer todavía un largo camino” y alertó a quienes “quieren parar los juicios” que enfrentarán “la firmeza de todo el pueblo argentino”.

  Kirchner afirmó que el accionar de estos grupos apunta a “mantener un estado de zozobra y malestar social y hacernos sentir que estamos en libertad condicional”.

  El 24 de mayo un grupo de militares manifestó su rechazo a los juicios mediante un acto realizado en la plaza San Martín en el cual hubo una reivindicación de la represión ilegal por la que Kirchner, de inmediato, puso bajo arresto a los principales protagonistas de la ceremonia que formaban parte de las Fuerzas Armadas.