La encrucijada superior o el dilema de la universidad

El fallecimiento repentino del rector de la UNR, Ricardo Suárez, abrió el debate político acerca de su sucesión

Alguna vez, el sociólogo francés Pierre Bourdieu se refirió a las universidades como un “campo de batalla”, por las disputas de poder académica, atravesada por la lucha que se da en el campo social.

Pero una confrontación, ya no teórica sino literal y al extremo, se posó sobre varias universidades nacionales, a raíz de sus procesos electorales, en donde la lucha porm espacios de poder suplantó el debate, cada vez más necesario, sobre el rol de las casas de altos estudios de cara, y no de espaldas, a la sociedad, así como sus compromisos y obligaciones.

La Universidad de Buenos Aires (UBA), la más grande del país, fue tal vez el caso más paradigmático de esta conflictiva realidad, al extremo de tener que elegir rector por fuera de las instalaciones universitarias.

En Rosario, la sorpresiva muerte en julio del entonces rector de la UNR, Ricardo Suárez, abrió en el seno de la casa rosarina una disputa política acerca de su sucesor, donde interpretaciones estatutarias se mezclaron con intereses partidarios de distinta índole. En medio de un clima tenso, finalmente el Consejo Superior de la universidad local fijó el mes de mayo de 2007 como fecha para elegir al nuevo rector.

Un año que estará signado, probablemente, por la discusión de una nueva ley de educación nacional. Ocasión que debe ser aprovechada para salir de la encrucijada de debates estériles. La Reforma del 18 puede ser un faro posible.

El ex rector de la UNR, Ricardo Suárez, en una entrevista concedida a La Capital, en febrero de 2006, bregó por una universidad "pública, gratuita y de ingreso directo".