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domingo,
24 de
diciembre de
2006 |
Bush rediseña su estrategia para pacificar Irak
Washington. - Acercándose a una decisión sobre cambios en la estrategia militar en Irak, el presidente George W. Bush se reunió ayer con su nuevo secretario de Defensa, quien acaba de regresar de una visita al país del golfo Pérsico. El secretario de Defensa, Robert Gates, en su primera semana en el puesto, estuvo tres días en Irak antes de dirigirse directamente a Camp David para reportar al presidente de EEUU sobre sus conversaciones con líderes iraquíes y comandantes y soldados norteamericanos.
Bush, que está pasando la fiestas en el retiro presidencial, está acompañado por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice; el consejero de seguridad nacional, Stephen Hadley y el adjunto de Hadley, J.D. Crouch, que coordina la revisión de política sobre Irak.
En su viaje, Gates expresó confianza en que los iraquíes pueden asumir el liderazgo en los esfuerzos por reducir la violencia, y advirtió a Siria e Irán que no interfieran en los asuntos de su vecino.
Bush ha dicho que no puede decidir un nuevo plan de guerra para Irak sin recibir la opinión de Gates, que reemplazó a Donald Rumsfeld el lunes en la jefatura del Pentágono. Se espera que el presidente anuncie la nueva estrategia a la nación en un discurso en enero.
El presidente está considerando añadir miles de soldados a la fuerza de 140.000 efectivos ya en Irak, como forma de frenar la escalada de violencia, especialmente en Bagdad.
Algunos reparos
El diario Los Angeles Times informó ayer que el general George Casey, principal comandante estadounidense en Irak y otros líderes militares inicialmente escépticos acerca de la idea, han decidido apoyarla. Pero algunas importantes figuras en el Pentágono no están convencidas de que un aumento significativo de tropas vaya a ayudar, y de hecho, les preocupa que empeore las cosas.
Los demócratas, a punto de tomar el control del Congreso, y otros críticos de la guerra, han expresado temores de que las tropas norteamericanas queden estancadas a menos que los iraquíes se vean amenazados con una retirada inmediata y obligados a cumplir plazos específicos.
Aunque Gates ha declinado detallar la estrategia que ultima con sus comandantes militares, ofreció pistas durante su tres días en Irak. En un contexto más amplio, habló en tono optimista de las autoridades políticas de Irak. "Creo que sí tienen algunos planes concretos en mente" para enfrentar a las milicias, dijo Gates el viernes, "y cómo dar forma a esas ideas" es lo que el general Casey estará analizando con los iraquíes en los próximos días.
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