|
domingo,
24 de
diciembre de
2006 |
Turkmenistán se prepara para el
funeral de su excéntrico líder
Reina la incertidumbre política en la desértica ex nación soviética, donde ya comenzó la lucha por el poder
Asjabad. - La seguridad fue reforzada ayer más de lo usual en la capital de Turkmenistán, mientras la aislada nación del centro de Asia se prepara para enterrar a su autocrático líder Saparmurat Niyazov. La incertidumbre política y la intriga dominaron al ex Estado soviético, cuyo trasfondo de luchas del poder despertó la especulación sobre quién será el sucesor del difunto.
Niyazov, quien desarrolló un culto a su personalidad y se autodenominaba "Turkmenbashi (jefe de los Turcomanos) el Grande", murió el jueves a la edad de 66, luego de gobernar el país desde 1985. No dejó ningún heredero.
Observadores de Turkmenistán predicen un período de transición turbulenta, mientras Rusia y Occidente compiten por el control de la ex nación soviética con unas de las reservas de gas más grandes del mundo.
El cuerpo de Niyazov será exhibido en un gran palacio de la capital, Asjabad, para la ceremonia de despedida final, a la que asistirán delegaciones extranjeras y funcionarios del Estado. El cuerpo será trasladado a la ciudad natal de Niyazov, Kipchak, cerca de Assjabad, y enterrado en un mausoleo de la familia junto a sus padres y dos hermanos.
Una comisión estatal para el funeral, encabezada por el presidente en funciones Kurbanguly Berdymukhamedov, se reunió la noche del viernes a discutir los preparativos de último momento para el funeral. "Los miembros de la comisión remarcaron que durante estos días difíciles, los turcomanos deben permanecer en calma y unidos", informó la agencia de noticias estatal.
Bajo un cielo encapotado, grupos de policías vestidos de civiles llenaron las calles de la ostentosa capital reconstruida. También se vieron soldados armados y camuflados resguardando sitios clave como el centro de telecomunicaciones. Banderas nacionales verdes se izaron a media asta y había pocos autos y peatones en las calles.
Niyazov aplastó a todos los disidentes, encarceló a sus oponentes y mantuvo a su pueblo de mayoría musulmana aislada del mundo exterior. Muchas personas están preocupadas por lo que sucederá de ahora en más. "Lloré cuando murió. Para que las cosas mejoren, debe haber un líder firme", dijo Aizhimal, de 55 años, que se gana la vida vendiendo diarios en un quiosco. Y agregó: "Quiero ir al funeral a despedirme, pero estoy segura de que estará cerrado para la gente común".
Mano dura
Como primeras señales del surgimiento de una lucha de poder, el presidente en funciones despidió públicamente al presidente parlamentario en un acto televisado similar a las habituales maneras autoritarias del líder muerto.
En el nuevo Consejo de Seguridad, liderado por el ministro de Defensa, Agageldy Mamedgeldyev, está la clave principal de la sucesión. El órgano, dispuesto poco después de la muerte de Niyazov, consiste en cinco importantes funcionarios de seguridad cercanos al líder.
El presidente actual mantendrá su puesto hasta que se realicen elecciones generales dentro de dos meses. De acuerdo a la Constitución, él no podrá ser candidato.
La nación desértica, que comparte fronteras con Irán y Afganistán, es la principal exportadora de gas natural del centro de Asia. La rusa Gazprom controla sus rutas de exportaciones, un arreglo que ha irritado a Occidente. (Reuters)
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
La imagen del fallecido presidente Niyazov es quitada de un edificio de Turkmenistán.
|
|
|