Suecia condecoró al rabino Baruj Tenembaun

El religioso rosarino fue distinguido por su larga lucha por los derechos humanos y por el diálogo interreligioso

El destacado humanista rosarino Baruj Tenembaum, creador de la Fundación Internacional Raoul Wallemberg, fue condecorado por la corona de Suecia con la Orden Real de la Estrella Polar.

La distinción, dispuesta por el rey Carl XVI Gustaf de Suecia, le fue entregada a Tenembaum por el embajador de ese país en la Argentina, Arne Rodin, quien materializó así el reconocimiento por mantener viva la memoria de Wallemberg, quien rescató y salvó de la muerte a decenas de miles de judíos condenados por el nazismo en Hungría. Wallemberg desapareció en 1945 tras ser detenido por el régimen soviético.

  Durante el acto realizado en la embajada de Suecia en Buenos Aires, al que asistió el gobernador Jorge Obeid, se destacó la condición de Tenembaum como promotor del diálogo internacional.

  La Fundación Internacional Raoul Wallemberg, que cuenta con sedes en Nueva York, Jerusalén y Buenos Aires, tiene como objetivo desarrollar proyectos educativos y de divulgación que promuevan el ejercicio de los valores de solidaridad y coraje cívico que animaron las gestas de los salvadores del Holocausto.

  Este no es el primer reconocimiento que recibe Tenembaum, quien ya fue distinguido con condecoraciones de los gobiernos de Chile, Polonia y por el Congreso de los Estados Unidos. Ha sido declarado ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires y también de la provincia de Santa Fe.


De Rosario a Las Palmeras
Baruj Tenembaum nació en Rosario en 1933. Poco antes de dar a luz, su madre había viajado 300 kilómetros en tren hasta Rosario, desde un pequeñísimo pueblo fundado por inmigrantes judíos: Colonia Las Palmeras, departamento de San Cristóbal, en el centro oeste de Santa Fe.

“Muy pronto volvimos a Las Palmeras, pero mi papá tuvo que viajar en un tren de carga, no tuvo el dinero para pagar el boleto de todos”, recordó encendido de emoción, el rabino Tenembaum.

Ya con 73 años, le sobra prestigio en el mundo entero: acaba de recibir un nuevo reconocimiento por su trabajo a favor del entendimiento interreligioso amplio.

“No tenía cama, dormía en un catre”, recuerda el rabino de aquella casa más que humilde de gauchos judíos a la que llegaron a la Argentina, en 1880, escapando de los pogroms del zarismo ruso. Sin embargo, se emociona, “mi verdadera cama fue ese catre, mi lecho más amado, jamás renunciaría a mi historia, de la que estoy orgulloso”, dice.

Tenembaum estudió en Buenos Aires, donde se graduó en el Instituto Superior de Estudios Religiosos Judaicos en 1952, y en Rosario, donde luego dio clases en la escuela Bialik de Paraguay 1122.

Con la Orden de Estrella Polar se honra a Tenembaum como luchador por los derechos humanos y como impulsor del diálogo interreligioso.

Una de las obras más relevantes de Tenembaum fue la creación de la Fundación Internacional Raoul Wallemberg, de la que Obeid es el único mandatario argentino miembro honorario.

“Hemos analizado la trayectoria de este hijo de inmigrantes árabes así como también tuvimos en cuenta los sinceros actos de homenaje que su gobierno le hiciera a Baruj Tenembaum, que culminaron con la declaratoria de ciudadano ilustre”, dice la carta que la Fundación le envió a Obeid, cuando fundamentó su decisión.

Sin dudas, desde que se conocieron en los festejos del centenario de la Colonia Las Palmeras, en 2004, Obeid y Tenembaum hicieron amistad recíproca. Es por eso que el gobernador de Santa Fe disfruta de integrar una lista de miembros honorarios de la prestigiosa Fundación, junto a una selecta nómina donde figuran 60 premios Nobel y 100 jefes de Estado. El único restante argentino que integra la lista es el cardenal primado Jorge Bergoglio.

Tenembaum, al igual que Jorge Obeid, sufrió la represión militar de los setenta. Fue secuestrado por la organización terrorista Triple A, en el verano de 1976.