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 domingo, 24 de diciembre de 2006  
De la virgen a Maradona, los curiosos pesebres de Nápoles

La virgen y el niño Jesús, José, los pastores, las ovejas, el buey y la mula. ¿Quién no conoce a estas clásicas figuras navideñas del pesebre? Por eso asombra mucho que de repente aparezca Diego Armando Maradona en vez de la virgen o Silvio Berlusconi en lugar de los pastores.

  Nápoles, Via San Gregorio Armeno. La pequeña calle del casco antiguo de la metrópoli de la Campania es conocida en todo el mundo por su arte en crear nacimientos, aun cuando a veces lo religioso no es tomado del todo en serio.

  En la ciudad junto al Vesubio, los pesebres con como las personas: alegres, despreocupados y eufóricos. Y a veces bastante curiosos.

  “Cuando los napolitanos no están fabricando pesebres, sueñan con hacerlos”, comentó en una ocasión el escritor napolitano Italo Sarcone.

  De hecho, el pesebre es en Nápoles más importante que el árbol de Navidad. Tradicionalmente, el “presepe” se coloca el 8 de diciembre, pero el niño Jesús no se ubica hasta Nochebuena.

  Los primeros artesanos especializados en tallar o modelar figuras se remontan al siglo XVII. En aquel entonces, los nacimientos eran el reflejo de cómo se imaginaban las ricas familias nobles la vida del pueblo llano.

  Y también en la mayoría de las iglesias se colocan hasta hoy pesebres con figuras de tamaño natural.

  Goethe escribió en su “Viaje a Italia” entusiasmado sobre los “presepe, que se ven para Navidad en todas las iglesias, que en realidad representan la adoración de los pastores, ángeles y reyes. Pero lo que glorifica el todo es el fondo, que abarca al Vesubio y su entorno”.

  La presencia de la vida cotidiana es lo que distingue a los pesebres napolitanos de todos los demás. Todavía hoy las “mammas” italianas cocinando spaghettis, los carniceros, los fruteros, los animales exóticos o los pizzeros forman parte de la oferta en la Via San Gregorio Armeno.

  Sin aferrarse demasiado a la historia navideña del Evangelio según San Lucas, también pueden aparecer actores populares como Totò o Edoardo De Filippo junto a los tres Reyes Magos. O deportistas, cantantes, famosos. La fantasía de los “artigiani” no conoce límites.

  Las tiendas están abiertas todo el año, pero la mayor actividad en la Via San Gregorio Armeno, que está ubicada cerca de la iglesia del mismo nombre del siglo XVI, se registra a partir de comienzos de diciembre.

  Entonces la temporada se inaugura oficialmente, y se extiende toda la magia de la Navidad. “Una ocasión única para volver a ser niño”, comenta entusiasmado un turista.

  Hace poco, la Iglesia San Nicola alla Carità, en la central Via Toledo, experimentó de cerca lo populares que son los nacimientos entre los napolitanos.

  Unos ladrones se llevaron 300 figuras de un pesebre antiguo, algunas de las cuales medían medio metro. El valor de lo robado supera el millón de euros.

  Posiblemente, el nacimiento esté ahora en el salón de algún rico napolitano, presumen los medios. Sin embargo, también los delincuentes demostraron piedad: dejaron al niño Jesús en la iglesia. (DPA)
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