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domingo,
24 de
diciembre de
2006 |
El culebrón del
Frente Progresista
El culebrón llamado Frente Progresista, bautizado así por temor a la palabra alianza, es una coalición electoral con mal guión y peores actores. Como “progresistas” que son, están desde el vamos peleando la cuestión “doctrinaria” de la vicegobernación. La dictadura del partido socialista elige a dedo y de un tincazo derribó a Fascendini en pública humillación. Con cierta dosis de crueldad, le ofrece un premio consuelo. Ese gran elector socialista, con su criterio personalista y antidemocrático, ha llevado a los partidos adherentes a perder su vocación de poder o tornarse incrédulos de sus propias chances. Lamentablemente, la congruencia no acompaña el obrar de los que se creen dueños de la UCR, partido que nació para rescatar la soberanía popular, el derecho y el respeto al voto. Estos “dirigentes” sustituyen al electorado radical por sesenta personas componentes de la convención provincial que arbitrariamente se atribuye poderes soberanos. Se perdió, así, autoridad moral. El pueblo, aunque quiera, no puede saber de lo que se trata. Según los satélites, existe un “acta fundacional” guardada bajo siete llaves, que solo conocen “los elegidos”. Si el mandamás, como candidato, degrada a sus “aliados” es de prever el destino que les espera a éstos si es gobernador; ser radical será delito para quien hurta la dignidad partidaria haciendo honor a su nombre Hermes, que coincide con el del dios de los ladrones.
Horacio Fidel López
(ex diputado UCR)
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