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 sábado, 16 de diciembre de 2006  
Expulsan a un militar chileno que reivindicó el golpe de Pinochet
Es la segunda baja del ejército tras la sanción impuesta al nieto del fallecido ex dictador

Santiago. - El general Ricardo Hargreaves duró apenas un día como jefe de la guarnición metropolitana del ejército de Chile, porque fue dado de baja debido a una defensa pública que hizo del golpe de Estado de 1973 y a elogios superlativos al fallecido ex dictador Augusto Pinochet.

La ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, justificó la decisión de remover al jefe castrense al expresar que "los militares no deben emitir opiniones políticas ni acercarse siquiera al tema de la emisión de opiniones políticas".

Hargreaves se convirtió así en el segundo militar castigado en 24 horas por la adhesión pública al golpe militar que encabezó Pinochet y por formular juicios políticos siendo oficial activo. El comandante en jefe de la institución, general Oscar Izurieta, había expulsado antes de las filas al capitán Augusto Pinochet Molina, nieto de Pinochet, quien durante las exequias de su abuelo defendió el golpe y la obra de la dictadura y criticó a los tribunales de justicia.

Hargreaves, hasta el miércoles jefe de la quinta división del ejército con asiento en Punta Arenas, declaró al diario La Prensa Austral que compartió y sigue compartiendo la "causa" de Pinochet a partir del golpe del 11 de septiembre de 1973.


Acto indisciplinario
El militar se declaró admirador de Pinochet y afirmó que "cumplió con el deber que le tocó asumir en un momento determinado" y fue un hombre a quien "le debemos muchas cosas, no solamente como ejército, sino como país". "Los sentimientos son de reconocimiento a un hombre que fue capaz de asumir una gran responsabilidad en un momento en que el país estaba absolutamente convulsionado y colapsado. El asumió esa responsabilidad. El luchó por lo que creyó era importante para Chile", dijo.

"Yo fui partícipe de esa causa. La compartí plenamente y la sigo compartiendo y creo que lo que hizo el general Pinochet es el fruto de lo que hoy día está disfrutando el país, de un tremendo bienestar y un empuje, gracias, sin duda, a la obra del general Pinochet", añadió Hargreaves el 12 de diciembre, dos días después del deceso del ex dictador.

El coronel Carlos Mezzano, director de comunicaciones del ejército, confirmó la expulsión de Hargreaves. "Ya se tramitó su baja. El solicitó la renuncia, que es lo que corresponde técnicamente", añadió.

En su defensa de las bajas, Blanlot explicó que "no se trata de Pinochet", sino que todos los militares "tienen que dar garantía todos los días de que nunca van a tener, por posiciones políticas, el interés o la tentación de utilizar esas armas contra los ciudadanos". "Hay una razón de fondo que es muy fuerte, que a veces no se entiende bien: las fuerzas armadas están para protegernos a todos los chilenos de amenazas externas principalmente", sostuvo la ministra, para quien los chilenos deben poder "confiar en las fuerzas armadas" a quien les entregaron las armas "en un acto de confianza muy profundo".

"Estamos peleando porque las fuerzas armadas recuperen el cariño profundo y la confianza profunda de la ciudadanía y estas situaciones", como las opiniones políticas de un capitán nieto de Pinochet y del general dado de baja, "hacen que se ponga en peligro esa confianza profunda", subrayó.
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