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sábado,
16 de
diciembre de
2006 |
Tiempo libre > quinchos
Económicos y confortables
Jesica Gullotto
Desde comienzos de la primavera hasta entrado el otoño, el quincho se convierte en un espacio compartido y relajado para toda la familia, por lo que su construcción debe ser resistente y duradera. Este ambiente se transforma en una sala de estar al aire libre, cómoda y confortable. Es la expansión de la vivienda, la continuación en el exterior, y el sitio ideal destinado a la recreación.
Lo primero que se debe decidir es su ubicación. Puede estar unido a la construcción existente, convirtiéndose en una prolongación de la casa, de modo que los materiales y la estética dependerán del estilo de la misma.
Previo a la construcción, deberá prepararse el sitio donde será instalado y el tipo de piso que se desea colocar. Hay que tener en cuenta que los materiales rústicos son propensos a absorber humedad y su limpieza es muy dificultosa. Cuando el material elegido es liso, si bien la limpieza es sencilla, el suelo será resbaloso. El material ideal debe poseer textura para evitar resbalones y debe estar esmaltado, de modo que sea de fácil limpieza y libre de humedad.
El quincho puede estar formado por un techo de paja, muy liviano y con fuerte pendiente que evite que el agua de lluvia se acumule, o también de chapa galvanizada (pintada o no). Otra alternativa son las tejas o el policarbonato. Este último permite el paso de la luz, pero no es aislante del calor.
Una solución podría ser recubrir el techo con toldos traslúcidos para evitar el contacto directo con el sol pero que permitan el paso de la luz. Las opciones varían según las preferencias de cada uno, pero es esencial que, a la hora de construirlo se controle la evacuación del agua. Para que no desagote en el camino de acceso, se puede colocar zinguería perimetral.
Es imprescindible evitar la orientación sur, y más aún si se trata de un quincho con techo de paja, ya que la humedad produce moho, que sólo se irá con la exposición solar. Si el quincho está orientado al sur, no tendrá acceso al sol, por lo que los materiales comenzarán a degradarse.
Según el diseño del jardín, se puede hacer un sendero de piedras, lajas o ladrillos. Es frecuente que el camino hacia el quincho esté acompañado de plantas del estilo de las herbáceas, bulbos cubre suelos, trepadoras, arbustos o árboles. Estos últimos dan sombra y reparan de los vientos. Es importante que las plantas no tapen la visión ni impidan el paso de la luz solar.
Opciones disponibles
Quinchos abiertos. Son los más comunes. Las medidas mínimas deben ser de cuatro metros de ancho por cinco de largo, ya que, en caso de ser menores, esto generaría poco espacio y, por lo tanto, falta de comodidad. La orientación debe ser, dentro de lo posible, hacia el norte y noreste, ya que el viento no suele soplar con fuerza y frío hacia esa dirección.
La parrilla debe ir separada del quincho y sus medidas pueden ser de un metro y medio de frente por medio de profundidad. Se recomienda colocar la primera hilera de ladrillos del piso de la parrilla más elevada que el resto, esto evitará que la grasa caiga al piso y lo arruine.
Quinchos cerrados. Están cerrados a través de aberturas, lo cual les permite ser muy frescos en verano y cálidos en invierno. La ventilación debe ser excelente para que corra aire durante la época de calor. Las paredes pueden ser vidriadas, lo que permite la llegada de luz exterior durante todo el día y el contacto directo con el jardín.
El cemento alisado también es una buena opción, sólo que funcionará como aislante hacia el exterior. En general, las puertas y ventanas son corredizas para ahorrar espacios. Por último, la parrilla debe hacerse en un espacio separado y en lo posible, al lado de una ventana, para que el humo no permanezca en el ambiente, en especial, durante el verano.
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