Córdoba se despidió con un triunfo

Elbio Evangeliste / Ovación

Un buen torneo como el que realizó Central Córdoba merecía una despedida con los tres puntos bajo el brazo (derrotó 2 a 0 a All Boys), más si el hasta luego era en casa. El objetivo de terminar cuarto no se pudo dar (Deportivo Merlo ganó y lo pasó por un punto), pero lo hecho fue más que bueno. No sólo si se toma en cuenta el presente, sino de cara al futuro. Las bases que se echaron en el Apertura seguramente serán parte del sustento, las aspiraciones y las expectativas para el próximo campeonato, aunque mucho dependerá de si será suculenta o insignificante la sangría que sufrirá el plantel.

La mayoría de los pasos fueron dados con firmeza. En contadas ocasiones el charrúa mostró inseguridad. De allí el aprobado que merece el trabajo del cuerpo técnico y el andar de un equipo que tuvo tardes realmente buenas.

Muchas veces se dice que "la última impresión es la que cuenta". Tal vez por eso Córdoba haya salido decidido a dar lo mejor a una hora y media del inicio de las vacaciones. Es que tampoco era cuestión de opacar, por poco que sea, el papel realizado.

Con ese espíritu los muchachos de Tablada plantearon el partido ante All Boys. La luminosidad de Bezombe no fue la de otras jornadas, pero igual alcanzaba para volcar la cancha y sufrir rápidamente las ocasiones malogradas tras el mano a mano de Bocchietti (5') y el tiro libre de Bezombe en la jugada posterior.

El propio Bezombe tuvo el gol a los 8' tras un centro de Pizzella, pero su sutileza terminó con la pelota en las manos del arquero Morales. A los 21' llegó una jugada calcada y la definición del enganche gozó de una mejor ejecución y la redonda terminó en la red (luego de convertir corrió a saludar a Santángelo en el día de su cumpleaños número 49).

Sólo algunos desacoples en el sector izquierdo de la defensa charrúa (Acosta y Daniele no tuvieron un buen primer tiempo) le dieron la chance a All Boys de emparejar la cosa, pero las apariciones salvadoras de Jorge Del Bono primero y Urquiza después se lo impidieron.

De todas formas Córdoba era el que más y mejor proponía, pese a la marca pegajosa que el albo dispuso sobre Bezombe, quien casi convierte otra vez de tiro libre cuando el primer tiempo se moría.

De no haber sido por la tontera de Canuto (reemplazó a 20' de complemento a Bocchietti y a los 31' se fue expulsado por doble amonestación), el suspenso no debió haber sido tal -All Boys tuvo un par muy claras-. Es que a esa altura la atropellada de Pizzella tras el tiro libre de Paredes ya había decretado el 2 a 0.

Con el triunfo consumado, todo sirvió para marchar del Gabino con una sonrisa dibujada en el rostro. Lo hecho, bien hecho está, pero una mirada más futurista debe, inexorablemente, dar cuenta de que este equipo goza de buena salud. Que está bien.