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sábado,
09 de
diciembre de
2006 |
Gorbachov descarta una vuelta al totalitarismo
Santiago. - Mientras las sospechas por el caso Litvinenko apuntan al Kremlin, Mijail Gorbachov descartó que Rusia se encamine otra vez a un sistema totalitario, porque "la gente ya no quiere que el Estado decida sobre sus vidas".
A 15 años de la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el último presidente de dicho bloque sostuvo al diario chileno El Mercurio que las especulaciones de que ese tipo de régimen pueda reinstalarse se deben a que la mayoría de los ciudadanos que vivían en la Unión Soviética lamentan actualmente su disolución. Sin embargo, destacó que "esa misma gente no desearía que volviera a existir la URSS. Así al menos lo dicen las encuestas. Lo que sería beneficioso para la región es que se creara una unión de otro tipo, económica por ejemplo. Las reformas que hicimos provocaron un cambio profundo. La gente ya no quiere que el Estado decida sobre sus vidas, conocen la democracia y no permitirán que se la quiten", acotó.
Manifestó además no estar arrepentido de haber propiciado la desintegración de la URSS. "No, porque yo no la provoqué. La URSS se habría acabado tarde o temprano. Era imposible seguir viviendo como lo hacíamos porque nos estábamos debilitando cada vez más frente a Occidente. El país no se desarrollaba y había muchísimo descontento", sostuvo.
"La Unión Soviética, tal como existía, no habría sobrevivido más de 20 años. Había que hacer reformas. De haberlo querido, todavía podríamos haber resistido y yo podría seguir siendo presidente. Pero habríamos tenido que reprimir al pueblo y yo no estaba dispuesto".
Sobre el golpe de Estado que lo derrocó, Gorbachov sostuvo que "fue crítico para las reformas y para mí, porque en él participaron algunos de mis colaboradores más cercanos. Las cosas habían comenzado a escasear en la Unión Soviética y esto hizo que la gente dudara de los cambios".
Respecto de cuál fue la causa que provocó el derrumbe de la URSS, el ex líder soviético indicó que no hubo un solo factor: "El paso de un sistema totalitario a la democracia supuso muchas alteraciones políticas".
En la caída, también atribuyó importancia a la Guerra Fría. "Fue un factor clave porque llevó al país a un colapso económico. La nación era rica en materias primas y en capital humano, pero la carrera armamentista significó un desangre económico que no nos permitía crecer".
El impulsor de la "perestroika" y de la "glasnost", de 75 años, dijo que está totalmente alejado de la política rusa y destina todo su tiempo a la fundación que lleva su nombre y a la organización ecologista "Green Cross", también creada por él.
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