Agroindustria. Cómo se viven en la ciudad de Sancor las negociaciones con Chávez

El acuerdo Sancor-Chávez divide aguas en Sunchales

La comunidad que vive en torno de la empresa láctea teme por las fuentes de trabajo. Críticas a los gerentes

Ana Rosillo

La oferta del presidente venezolano Hugo Chávez de prestar 80 millones de dólares a Sancor para aliviar su carga financiera, a cambio de un acuerdo de provisión de leche a largo plazo, sumó un nuevo capítulo a la saga de rumores, especulaciones e incertidumbre que se vive en Sunchales, sede de la cooperativa láctea más importante de América latina.

"Sancor tiene detrás a 1.087 trabajadores, 1.600 productores y un quehacer económico que sostiene la actividad de la ciudad", señaló Gustavo Toselli, intendente de esta ciudad del centro-norte santafesino, que debe su origen a la creación de un fuerte español en 1796 para resguardar el azogue que se trasladaba desde Buenos Aires hasta Perú, pero cuyo desarrollo está ligado a la puesta en producción de tierras de alta calidad para la explotación agrícola y ganadera.

En este entramado social y económico, Sancor es la madre de todas las cooperativas que desde la década del 30 nacieron en tierra sunchalense, lo que valió a la ciudad ser declarada capital nacional del cooperativismo.

Ese orgullo comenzó a ser amenazado cuando, producto del endeudamiento para financiar un ambicioso plan de inversiones en los 90, de la crisis de la lechería a finales de esa década y del cambio de modelo económico a principios de este siglo, la situación de la cooperativa láctea entró en un proceso de deterioro. Pero sobre todo cuando el 10 de noviembre pasado se expusieron las negociaciones para alcanzar un acuerdo de asociación con Adecoagro, que ponía en riesgo la supervivencia de esa estructura jurídica.

Daniel Rosina trabaja en Sancor hace tres años. "Nosotros no estamos muy informados pero sabíamos que las negociaciones para incorporar un socio se iban a hacer en algún momento", recordó, y opinó que todas las propuestas en danza "son importantes, siempre y cuando siga subsistiendo la cooperativa o al menos posea la mayoría de acciones".

La incertidumbre y la falta de información están a la orden del día en Sunchales. Pero no las críticas a su conducción. "La asociatividad en sí misma es eficiente y competitiva y, aunque en los últimos cinco años Sancor ya no lo fue, todavía tenemos en la cooperativa nuestro corazoncito", señaló Gustavo Vignolo, un productor que acredita larga experiencia en las filas sancoristas, desde que asistía a los centros juveniles de la cooperativa. Por aquellos momentos, su padre "ya participaba en el consejo directivo, mi abuelo había sido síndico y ya había toda una historia familiar" ligada a la empresa.

En la ciudad de las cooperativas se asume que las últimas negociaciones surgieron como consecuencia de decisiones que no fueron ejecutadas a tiempo. "Hoy la situación de Sancor es terrible, ineficiente, con gran endeudamiento, un patrimonio neto negativo y la pérdida de millones en el primer trimestre del año", agregó Vignolo.


Revisionismo histórico
Como suele pasar en momentos de crisis, la conducción de la firma está en observación. "La gente del último gerenciamiento tenía otra camiseta puesta y eso hizo que esto desencadene más rápido la crisis, los últimos presidentes hicieron la planchita, la cooperativa no es más nuestra, siempre se habló de reestructuraciones que hay que hacer para que Sancor sea eficiente", explicó el productor.

El intendente Toselli coincidió en que muchos de los protagonistas de la lechería en Sunchales reclaman "una reestructuración gerencial de los recursos" para que, más allá de los acuerdos que le permitan recibir aportes para aliviar la situación financiera, "unos años después no estemos en la misma situación".

La oferta de Hugo Chávez, que no implica traspaso de activos y preserva la estructura cooperativa, trajo la última primicia de esta historia. Héctor Ponce, secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), se mostró entusiasmado con la propuesta del gobierno venezolano, a la que consideró "seria y concreta".

La máxima aspiración de Atilra reside en que "no se transnacionalice". Por eso, la posición gremial es "acompañar el proceso" bolivariano. También pedirán que "se revisen las acciones de las últimas gestiones".

Pablo es la voz de los remiseros que circulan por Sunchales. "En la calle se escuchan dos posturas: una que dice que la última opción es buena y beneficiosa para Sancor, y otra que señala que la empresa nacional no debe venderse a capitales extranjeros". Pero la incertidumbre por el futuro de los trabajadores se impone. "Hay miedo, porque muchas familias de Sunchales dependen de Sancor", expresó.

Roberto, empleado de la cooperativa, se mostró tranquilo: "Sancor va a ser Sancor siempre, sea cual sea el arreglo que se realice".

Sancor, uno de los barrios de Sunchales.