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sábado,
02 de
diciembre de
2006 |
Agro. Crearían un fondo compensador para subsidiar el consumo de maíz y trigo. Podrían usar plata de la soja
Estudian propuestas para descomprimir el conflicto rural
La Sociedad Rural Argentina se plegó al paro de
CRA y FAA. La medida comienza a la medianoche
Mientras el conflicto entre el gobierno y el campo se endurece con la adhesión de la Sociedad Rural Argentina (SRA) al paro convocado por Confederaciones Rurales y Federación Agraria, el presidente Néstor Kirchner analizó ayer medidas para compensar a los productores por la intervención en el mercado de granos.
La creación de un fondo compensador alimentado por los recursos provenientes de la diferencia entre un precio de exportación y otro de referencia para los productores era la alternativa más difundida en los últimos días. De hecho, ayer se paralizó el mercado de maíz a la espera de medidas. Sin embargo, las versiones que circularon durante todo el día de ayer eran más drásticas, e incluían la posibilidad de un aumento de las retenciones a la exportación de soja, para volcar más fondos a subsidiar los productos granarios que tienen mayor consumo en el mercado interno.
En el marco de un conflicto que amenaza con ponerse cada día más duro, los directivos de las principales Bolsas de Cereales del país, incluida la de Rosario, solicitaron una reunión urgente con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para alcanzarle una propuesta alternativa a la intervención de los mercados granarios.
Por la mañana, el presidente Kirchner mantuvo una prolongada reunión con Moreno y la ministra de Economía, Felisa Miceli, para evaluar el panorama de cara al paro agropecuario que comienza esta medianoche, pero sobre todo para diseñar un esquema de intervención en el mercado que permita frenar el traslado del aumento del precio internacional del trigo y el maíz al mercado interno, sin afectar totalmente el ingreso de los productores.
La propuesta que se evaluaba con las entidades del campo antes de la interrupción del diálogo era la creación de un fondo compensador. La idea es poner un precio tope a los productores (como en su momento se instrumentó para el caso del trigo) pero luego compensarlos reteniendo a los exportadores parte de la diferencia de esa cotización de referencia con la del precio FOB de exportación, que es mucho más alta.
Este sistema regiría para todos los granos exportables, incluyendo la soja, que prácticamente no tiene consumo interno. La idea es que esta diferencia de un precio exportador y un precio al productor genere un colchón de 100 millones de dólares que serán destinados a subsidiar a distintos sectores de la cadena granaria para que mantengan estables los precios al consumidor. Es decir, se asignarán a molinos harineros, feedloteros, productores avícolas, y a los productores para compensar el costo de la lucha antiinflacionaria. Esta propuesta fue rechazada por las entidades de la producción. "Es una argucia para engañarnos, porque se presenta como que le sacarían parte de la ganancia al exportador para subsidiar a los exportadores, pero lo cierto es que los exportadores van a trasladar ese recorte a los precios que pagan por la materia prima y la supuesta compensación irá a parar a 200 molinos y unos cuantos feedloteros", señalaron desde la Federación Agraria.
Pero en un día plagado de rumores, el más inquietante desde el punto de vista de los productores es el que indicaba que el fondo compensador se iba a crear con una suba del 10% de las retenciones a la exportación de soja, que hoy están gravadas con un 23%. La oleaginosa, que genera ingresos por 9 mil millones de dólares anuales, se salvó de la intervención oficial hasta ahora porque su consumo interno es ínfimo, con lo cual no incide en el costo de vida.
"Si esto fuera así va a llevar a un bronca más grande ahora a los productores sojeros. La suba del maíz y el trigo venía bien porque hacía al equilibrio necesario para la rotación en los campos", indicó Manuel Cabanellas, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe).
Las Bolsas de Cereales del país estuvieron discutiendo y analizando mecanismos alternativos a los propuestos por el gobierno, y tienen intención de llevarle la propuesta al secretario del Comercio Interior, la próxima semana. Consistiría en subsidiar a los productores con parte de las retenciones que ya cursan los granos sumados a los precios FOB que están registrando alzas en estos momentos.
Un cálculo de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) indica que con la suba del precio internacional de los commodities en los últimos meses, el fisco recibió 600 millones de dólares adicionales de ingreso por retenciones. Para las entidades, de ahí tienen que salir los fondos para subsidiar los precios en el mercado interno.
La carne
El otro frente de conflicto es el de la carne. El gobierno puso en vigencia ayer la reducción del peso mínimo de faena, con el cual pretende garantizarse una mayor oferta de hacienda para faenar y dispuso un operativo de presión a ganaderos y frigoríficos para garantizar que haya carne durante el paro. De esa manera, se va preparando el escenario de una semana donde el gobierno prepara su contraofensiva en el marco de un conflicto con las entidades.
Ayer ingresaron 10 mil cabezas al mercado de Liniers, donde el los precios máximos de las vaquillonas livianas pasaron de un tope de 2,565 a 2,70 pesos por kilo vivo y el ternero de 2,66 a 2,78 por kilo vivo.
José García, de la Sociedad de Carniceros de Rosario descartó un posible desabastecimiento de carnes durante el paro agropecuario. "Es difícil porque la faena de los frigoríficos va a continuar hasta el miércoles", indicó. Pero advirtió que la carne al mostrador puede subir por el arrastre de las subas en el mercado mayorista.
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Fotos
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Luciano Miguens formalizó la adhesión de la SRA al paro.
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