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domingo,
26 de
noviembre de
2006 |
Scarabino debe resolver las apretadas a Pascuttini
La campaña difamatoria en contra de José Aurelio Pascuttini como coordinador general de las divisiones de Central sumó el viernes otro episodio repudiable. Es que manos anónimas pintaron otra vez el frente del edificio donde vive el Coco junto a su familia. Fue otra muestra elocuente de que la gente que quiere su salida del club no tiene intenciones de cesar su accionar. Por eso el alejamiento de Pascuttini parece cosa juzgada.
El propio perjudicado ayer habló con Ovacion y aclaró que "si bien es cierto que el otro día le dije a La Capital que si recibía una pintada más me iba, también le prometí a Scarabino que iba a esperarlo algunos días cuando presenté mi renuncia ante la comisión directiva. Y como soy una persona de palabra, voy a darle esos días que me pidió. También estuve realizando algunas averiguaciones y será muy difícil volver a trabajar con gente en la que ya no confío. Lo más lamentable es que esa gente trabaja en Central", señaló Pascuttini, un poco más tranquilo que el miércoles pasado cuando habló en exclusiva con este diario.
"Esto ya me da risa. Hasta tuve problemas con la gente de mi edificio por el tema de las pintadas", agregó.
El discurso de Pascuttini ya no sabe de pausas para referirse a lo que está viviendo. Igual, no se anima a decir abiertamente quiénes están detrás de la movida con pintadas, panfletos y amenazas. "Ya hice lo que debía hacer", confirmó sin precisar que se refiere a la denuncia policial.
La otra cara visible de este conflicto son los dirigentes canallas. Por eso el presidente Pablo Scarabino volvió a tomar la posta. En el diálogo con este diario reforzó lo que había dicho el miércoles al final del cónclave en la sede canalla: "Ya sé que le pintaron otra vez el frente de su edificio. Pero le pido al Coco unos días para resolver esto. Lo apoyo en todo lo que haga. También lo entiendo porque a mí me pasó. O acaso no me tiraron panfletos, me ensuciaron y me rompieron los vidrios de mi edificio. Ya le dije a Coco que se quedara tranquilo que alguna solución le vamos a encontrar. Además le di mi palabra que si él se va, yo también me voy. Lo mismo le dijo don Angel. Más apoyo que ese no puede tener. Todos estamos con él, los entrenadores de las inferiores, la gente y los dirigentes. Confío en que todo se solucionará porque si se va se cae el proyecto que armamos hace cinco años junto a Zof. Además, en Central, el tiempo siempre acomoda las cosas. Eso te lo aseguro", reflexionó el máximo dirigente canalla.
Esta vez Scarabino no le escapó a ninguna consulta, como sí había ocurrido el miércoles a la salida de la reunión. El presidente sabe mejor que nadie que los plazos se acortan y que de una buena vez debe desactivar este conflicto. Incluso, hasta con su alejamiento del cargo.
"Mirá, todo lo que está a mi alcance para que Pascuttini se quede lo voy a hacer. Pero tampoco voy a agarrar una ametralladora y matar a la gente que le está escribiendo las pintadas o que está molestando. Ya estoy trabajando en el tema y lo único que te digo es que Central no perderá a Pascuttini. Eso te lo afirmo como presidente del club", aseguró Scarabino, dejando entrever que conoce el origen de esta intencionalidad deliberada.
Los próximos días serán vitales para saber si Central, de acuerdo a lo que afirma el presidente, sigue adelante con los planes trazados o se queda sin Pascuttini, sin Scarabino y sin Angel Tulio Zof. Las tres patas que sostienen el proyecto de una mesa que hoy amenaza con derrumbarse.
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Pascuttini espera que el presidente Scarabino cumpla su promesa.
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