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domingo,
26 de
noviembre de
2006 |
Central mantiene vivo
el objetivo de 30 puntos
Los canallas deberán ganar los dos próximos compromisos
Pese a que por momentos en lo institucional tiene más problemas que los Pérez García, Central igual se las arregló para transitar el último tramo del Apertura creyendo en su futuro futbolístico. Es que el equipo de Gorosito ya no divisa tan lejos el objetivo de sumar los 30 puntos que le servirán de trampolín para dar el salto en el Clausura 2007 y clasificar a las copas internacionales.
La victoria trabajada del viernes ante Quilmes renovó los ánimos y también puso al equipo entre la espada y la pared de cara a los dos partidos que restan por jugar. Central llegó a los 25 puntos y ahora deberá hacer cartón lleno ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy (visitante) y Colón (local) para alcanzar la meta trazada.
En ese sentido, el fixture le tendió una mano para cristalizar sus ambiciones. Si bien visitar a los jujeños suele transformarse habitualmente en un dolor de cabeza para los canallas, tampoco es un rival encumbrado y sin zonas grises en su funcionamiento. Es un partido ganable en el terreno de las especulaciones, sobre todo para un equipo que apuntó alto tras golear en el clásico a Newell's y luego se quedó en el intento.
El desafío de Colón en la última fecha en el Gigante también le hace un guiño a las posibilidades canallas. No siempre el calendario ayuda poniendo a uno de los últimos de la tabla de posiciones en un partido llamado a ser la resultante de un trabajo a corto plazo.
Además del oxígeno matemático, el choque frente a los cerveceros fue una prueba de inteligencia para Néstor Gorosito y para algunas futbolistas de Central. El entrenador tuvo astucia para corregir sobre la marcha su error en el planteo de insistir con el cerrojo del doble cinco y los jugadores supieron interpretar lo que le demandaba el trámite del complemento. En esto el más maduro, pese a sus 18 años y poco recorrido en la primera, fue Angel Di María. El juvenil fue la punta de lanza a la que se enganchó el resto del equipo y su juego partió al medio el funcionamiento canalla y sobre todo el de Quilmes. Por eso es casi una obviedad que ante la ausencia del Kily González (llegó al límite de amonestaciones) en Jujuy, el andarivel izquierdo del mediocampo estará reservado para sus trepadas de correcaminos.
Está claro que últimamente en Central, con las cosas que están viviendo en el plano institucional, la suma de dos más dos no suele dar cuatro. Vaya paradoja, es casi el número que necesita (con cinco llega a la meta trazada) el equipo de Gorosito para terminar el año con un semblante más sosegado. Por el momento, los coletazos de los temblores internos y dirigenciales no minaron la capacidad de reacción en el aspecto futbolístico. El primer tiempo ante Quilmes insinuó con una hecatombe pero el resultado final tranquilizó las aguas y oxigenó la realidad para afrontar más firme las fechas que restan.
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Fotos
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Marco Ruben soporta el peso de la marca del cervecero García.
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