El charrúa no fue igual, por eso igualó

No estás igual. Y es lógico. Tu cara cambió, tus movimientos fueron muy distintos. El ritmo vertiginoso dejó al descubierto la trascendencia de tu gran ausencia. La de Pablo Bezombe, el del toque justo, el de la pausa, el provocador de aplausos y generador de máximas ilusiones. Sin él, Córdoba no fue el mismo. El resultado tampoco. Aunque estuvo ahí de cerrar esta presentación con cuatro titulares menos con grito de victoria. Se le escapó en el descuento porque Tristán Suárez no se dio por vencido.

Córdoba igual quiso parecerse al de siempre, intentó disimular las ausencias y lo consiguió a medias. No sólo por lo que extrañó a Bezombe, también sintió quedarse sin el aporte de Farré en la zona media, y no porque Pizzella fallara sino porque no lo tuvo para trepar como acostumbra por derecha.

Encima, el rival fue Tristán Suárez, de los duros de la B. Uno de esos equipos que saben qué persiguen y cómo jugar en función de ello. Con rapidez en la salida y el llamador de pelotas en el centro del ataque, el Indio Bazán Vera, que anoche falló en cada intento.

El empate sin goles con el que se cerró la primera mitad se debió a las escasas jugadas con profundidad, tanto que la única apareció de arranque y casi golpea duro a los charrúas. Quién sino Bazán Vera, en la primera que tocó (2') sacudió la parte externa de la red con un zurdazo al palo derecho.

Los de Tablada contestaron a los 16', cuando Pierani remató cruzado abajo y el arquero se lo tapó con lo justo antes de que llegara Armani. Después poquito más. Como una pelota que pescó Vega afuera del área y con la que hizo lucir a Santilli.

Pierani también desperdició la gran chance de gol al minuto, sólo que en su caso fue por definir mal. También se equivocó Acosta, infantilmente pateó afuera una pelota con una amarilla en su haber, y se avivó el DT visitante pidiendo a gritos la segunda, que derivó en roja y dejó a Córdoba con diez.

El charrúa volvió a salvarse porque el Indio erró lo que nunca falla. Y lo que no entra en un arco... entra en el de enfrente. Paredes lo hizo, pegándole sin precisión pero con la dirección suficiente de gol.

Había que aguantar, con pibes, sin cuatro grandes. Tiempo adicional, pelota quieta al área y Verino la encontró para darle el empate a Tristán. Córdoba tuvo una más, pero Guillaume cobró offside de Armani y la chapa quedó 1-1.

No estuvo mal. Pero dolió por cómo se dio. El charrúa intentó como siempre, pero le faltaron el brillo, las pinceladas. Sin él, por Bezombe, no es lo mismo.