Eskenazi ofertó u$s 60 millones para inyectar capital de trabajo

El Grupo Petersen ofreció 60 millones de dólares, 10 millones más que Adecoagro, para inyectar capital de trabajo a la cooperativa Sancor. Así lo admitieron fuentes de la compañía que conduce Enrique Eskenazi, quienes confirmaron que el 13 de octubre pasado presentaron una propuesta de asociación con la cooperativa, en conjunto con el Grupo Eurnekián y el consorcio Biogénesis-Bagó.

A diferencia de la propuesta de Adecoagro, que destina 70 millones de los 120 millones de dólares ofrecidos a arreglar la deuda de Sancor con el grupo de bancos acreedores, la oferta del grupo que conduce Enrique Eskenazi identificaba otras urgencias: la inyección inmediata de dinero fresco para evitar el default de la cooperativa con sus propios tamberos. En el caso de la deuda, la propuesta pasaba por negociar con los bancos en base a un menú de opciones que ellos eligieran, convencidos de que algunos preferirían la cancelación, otros aceptarían refinanciar y otros se inclinarían por aceptar la emisión de un bono o una Obligación Negociable.

La deuda de Sancor es de unos 170 millones de dólares. Entre los bancos acreedores figura incluso el Nuevo Banco de Santa Fe (propiedad del grupo Petersen), con unos 5 millones de dólares.

Como Adecoagro, la oferta de Eskenazi incluyó la creación de una empresa nueva de la que participaría la cooperativa con un 25% de las acciones. Si bien esta participación es en principio menor que la ofrecida por el Grupo Soros, del 38%, la propuesta incluyó una opción de compra hasta el 49%. La idea era que en un plazo de dos o tres años la cooperativa pudiera ejercer esa opción pagando en la medida en que la compañía fuera generando dividendos, a un precio fijado por una consultora internacional.

Los directivos del Grupo Petersen llegaron a mantener reuniones con los agentes de Buenos Aires Capital Partners, que tienen el mandato de Sancor para buscar un socio, con accionistas y autoridades de Sancor. Pero sorpresivamente apareció Soros y en la cooperativa optaron por ignorar el resto de las ofertas, no sólo del Grupo Petersen, sino de otras compañías como Saputo y Dreyfus.